

Los cambios al régimen de secreto bancario que propuso el gobierno en el proyecto de Ley de Presupuesto, generaron rechazo en la oposición por entender que le daba todo el poder a la Dirección General Impositiva (DGI), para que pudieran revisar las cuentas bancarias de contribuyentes sin autorización previa de la Justicia.
Ante la posibilidad de que no fuera aprobado durante el debate del presupuesto en la Cámara de Diputados, el Frente Amplio propuso como alternativa que la DGI solicite a la Justicia el levantamiento del secreto bancario cuando lo estime conveniente, y que si no había respuesta judicial en un plazo acotado (se manejó la posibilidad de que sean 10 días) la revisión de esas cuentas bancarias quedaba autorizada por defecto.
En este sentido, la oposición tampoco acompañó la alternativa y si bien el capítulo de cambios tributarios fue votado por los dos diputados de Cabildo Abierto (el nuevo impuesto mínimo global y el IVA Temu), los artículos que flexibilizan el secreto bancario fueron desglosados y se resolvió pasarlos para el final del debate presupuestal en la Cámara de Diputados.












