

Nadie en Kansas City puede afirmar si la llegada de Google fue causa o consecuencia. En 2012 el gigante de las búsquedas eligió a esta ciudad partida entre dos estados -Misuri y Kansas- entre otras 1.100 para ser recibidora de la primera red de conexión a internet superveloz de Estados Unidos: 1 Gbps. Es decir, un gigabit por segundo o 1024 megabits por segundo. Para traducirlo al idioma de los comunes mortales, esta es una conexión casi nueve veces más veloz que la mejor de las que se ofrecen en Uruguay a hogares vía fibra ópticaCuando la empresa anunció que sería allí donde realizaría su primera experiencia piloto con Google Fiber, la ciudad ya había desarrollado un ecosistema emprendedor y tecnológico pujante y comenzaba a ser reconocida por su espíritu creativo. Desde fines de 1970 había sido elegida por grandes compañías para integrar parte de sus cuarteles generales, entre ellas Garmin y Microsoft.
Google desembarcó con lo que entonces calificó como "experimento" pero que ahora, tres años y miles de abonados después, se transformó en un negocio que supera los objetivos de conexión rápida y se convirtió en un impulso a la banda ancha que, si no resultó letal, al menos atemoriza seriamente a la competencia.
Antes de Google Fiber, ninguno de los grandes proveedores de cable o telefonía que operan en EE.UU. (AT&T, Comcast o Time Warner, entre otros), ofrecían un "caño" tan amplio que permitiera ingresar tanta cantidad de datos a un hogar.
Google no proporciona cifras sobre la cantidad de abonados que ya disfrutan del superinternet, según dijo Rachel Merlo, gerente de Comunidad de Fiber en Kansas City, pero las encuestas locales demuestran que el grado de penetración es importante y sigue en crecimiento. Antes de la llegada del servicio a la ciudad, la empresa realizó una encuesta según la cual el 25% de los habitantes de la zona no tenía acceso a banda ancha y el 17% no disponía de conexión a internet en su casa. Lo que sí se sabe es que Google invirtió unos u$s 500 millones para levantar la infraestructura de casi 10.000 kilómetros de cables.
El plan -alabado por muchos, criticado por algunos- ya dejó de ser un experimento y se convirtió en una línea de negocios que la empresa comenzó a desarrollar en otras ciudades. La pregunta más frecuente que le hace una persona que no vive en Kansas City a otra de la zona es: "¿Tenés Google Fiber y qué tal es?" Muchos dicen que sí, sonríen con suficiencia y levantan los ojos.
La realidad es que no es sencillo explicar cómo es la experiencia de navegar por la web a una velocidad más de ocho veces mejor que la que logra un uruguayo con la mejor conexión que se puede contratar para una casa (120 Mbps) o 160 veces más rápida que la que tiene el promedio de los uruguayos (6,4 Mbps según el último reporte de Akamai).
Velocidad sin cortes
Las pruebas más sencillas que demuestran el poderío de esta conexión incluyen mirar un video en Youtube en 4k (imagen prístina sin asomo de interrupciones) o utilizar Google Maps para ir en milésimas de segundos desde la vista de continente a la profundidad del cañón de Colorado con detalles, sin ningún corte ni pixelado. También es posible moverse desde EEUU a Uruguay y terminar aterrizando sobre el estadio Centenario, en segundos.
En Kansas City aún hay muchos de los que todavía esperan por Google Fiber. "Me lo están prometiendo desde hace un año", dijo con cara de pocos amigos el chofer de un ómnibus. "Estoy en la lista desde 2012", confirmó el empleado de una farmacia, quien agregó que solo por contar con este servicio una casa aumenta hasta en u$s 5.000 su valor en el mercado inmobiliario.
Google acepta que las demoras son una realidad. Merlo explicó que, en parte, son consecuencia de que Kansas City comparte el "honor y la desgracia" de haber sido el punto de partida de Google Fiber. "La conectividad es vital para el avance de la web y por eso teníamos que hacer algo", explicó.
El acuerdo con la ciudad implicó el compromiso de que los trámites que se requirieran -entre burocráticos y permisos de construcción- fueran por vía rápida. A cambio la empresa daría su conexión sin costo para más de 1.400 instituciones públicas.
"La competencia no había innovado (...) Con la llegada de Google Fiber vemos que otros proveedores están ofreciendo la conexión de 1 Gbps y eso fue parte del objetivo desde el inicio", expresó Merlo.
En el país donde "nació internet", la última década se había convertido en una frustración en materia de velocidad de conexión. El Estado, acostumbrado en EEUU a dejar hacer al sector privado, intentó impulsar la banda ancha a través de un plan nacional que se lanzó poco antes de que Fiber se hiciera realidad. No lo logró y los monopolios o duopolios de facto continuaron en muchas regiones en manos de grandes compañías de comunicación que no tenían intención alguna de invertir los miles de millones necesarios para "ensanchar el tubo" de internet.
Así lo reconoció Blair Levin, director ejecutivo de este plan de banda ancha. "Fuimos afortunados de que una compañía con una visión real de largo plazo llegara al mercado", declaró al MIT Technology Review en referencia a Google. Tal como afirma el autor de ese artículo, Google encarna la bendición y la maldición de la banda ancha en EE.UU. La internet veloz comenzó a prosperar gracias a esta empresa, algo que ni el gobierno había logrado, pero ahora depende en gran medida de una sola empresa l












