

Los envases suelen ser el primer contacto del consumidor con el producto. La industria del packaging, en 2014, se expandió 1,5% en volumen frente al año previo y alcanzó ventas por u$s 8.100 millones, según el Instituto Argentino del Envase (IAE). "Es una industria dinámica que incluye desde empaques hasta las etiquetas", asegura Jorge Acevedo, gerente General del IAE. La industria se divide, en base a cifras de 2013: Vidrio, 1,29 millón de toneladas (30,4%); Papel y Cartón, 1,2 (28,4%); Plástico, 1,06 millón (25%); Madera, 530.000 (12,5%); y Metal, 154.000 (3,7%). "La industria de alimentos y bebidas se queda con tres cuartas partes de la producción", aporta Acevedo. "En envases flexibles y hojalatas, la preponderancia de las pymes es mayor", agrega.
Las pymes representan el 70% de las más de 4.000 firmas del sector, desde fabricantes de envases hasta productores de precintos de seguridad, etiquetas y maquinas empacadoras. "Las últimas son las que más sufren la pérdida de competitividad, con una caída del 40% en las exportaciones en 2014", señala.
Envases sobre ruedas
Cuando a Leandro Motzo se le ocurrió incursionar en la fabricación de envases de aluminio para líneas aéreas, no sabía que el negocio pasaba por las bandejas con alimentos para delivery. Hoy, Alpac tiene el 50% de un mercado que consume más de 800 toneladas por año.
El 75% de los costos de la firma, que emplea a 17 personas, se lo lleva el aluminio, que proviene de un único proveedor: Aluar. "El aluminio local es el más caro del mundo, traerlo de China o Brasil cuesta 30% menos, pero si, en algún momento, se hace imposible importar, no tener relación con el único fabricante local pondría en aprietos la continuidad del negocio", explica Motzo, fundador de la compañía, con ventas de casi $ 30 millones por año.
En el último lustro, se duplicó el consumo nacional de envases de aluminio. "En 2010, compramos un competidor (en Chivilcoy) y lo integramos a nuestra planta de Avellaneda", agrega.
En 2012, Alpac invirtió u$s 200.000 para importar la segunda máquina automática de Taiwán, para la fabricación de rollos hogareños (para cocción al horno), segmento donde produce 12 toneladas por mes.
Por su parte, la posibilidad de que se instale una nueva planta de almohadillas de plástico, en Ushuaia, motivó a los creadores de Pulpo, dedicada a brindar una solución al problema de los residuos industriales, a cubrir esa necesidad con un producto sustentable a base de pulpa de cartón moldeada. Nicolás Cherñajovsky, uno de los herederos de Newsan, está al frente de este emprendimiento, que requirió un desembolso de u$s 1,5 millón en la compra e instalación de una máquina china con licencia japonesa.
"En pulpa moldeada hay dos fábricas en el país que abastecen a los negocios de huevos y manzanas. Pero en la industria electrónica, somos los primeros", asegura el creador de Pulpak, la nueva división de la empresa que este mes comenzará a sustituir de modo paulatino las almohadillas plásticas usadas como protección en las cajas de productos electrónicos que elabora Newsan.
Eduardo Bestani, gerente General de Industrias El Nihuil, fabricante de envases sanitarios para alimentos de tres piezas, asegura que la producción se mantuvo constante. La firma, con más de 30 clientes, abastece a pymes alimenticias que envasan frutas y legumbres. Con sede en Ramallo, su principal proveedor es Ternium Siderar, que provee la hojalata (60% de los costos), su materia prima esencial. "Desde 2003, la industria creció 50%, y la empresa acompañó la tendencia", sostiene Bestani, a cargo de 60 empleados. Es una industria heterogénea. Según la composición e incluso el espesor, cambia el campo de acción.
Esa misma línea es el argumento de Acevedo para no poder precisar la proyección de crecimiento. "Uno de los retos de la industria es la sustentabilidad. Las empresas están más comprometidas, disminuyen los espesores de los materiales", finaliza.













