

Con una rebeldía que produce admiración, Evita representa el sentimiento militante más profundo, la lucha contra el no se puede.
Poniéndole corazón a la disputa política, fue quien transformó injusticias en reivindicaciones sociales históricas para el peronismo. Ella nunca se hubiera detenido mientras siguiera habiendo un sólo argentino con necesidades.
Nunca lejos, personaje central de nuestra historia, Evita es reconocida por una generación que no llegó a abrazar pero a la que supo iluminar. Jóvenes y adultos que honran su memoria sin siquiera haberla conocido, pero sintiéndola propia. ¿Qué mejor manera de recordarla entonces que haciendo honor a su lucha por los más necesitados, por las mujeres, por los indefensos? Imagino que ella preferiría que honremos su memoria con hechos y no con palabras.
Evita está presente trabajando en los barrios para impulsar la participación popular y la ampliación de derechos a través de las organizaciones barriales. Evita está militando por la defensa de los derechos humanos frente a los que buscaban el olvido eterno, para dejarnos sin justicia histórica.
Su ejemplo impulsa una cada vez mejor atención y cuidado de nuestros jubilados, una salud y educación digna para nuestros hijos, manteniendo en alto la importancia de la recuperación económica y la defensa de la industria nacional, para que no sea nuestro país nuevamente víctima de la especulación financiera.
La generación de empleo, la patria latinoamericana y el desarrollo de la educación, la ciencia y la tecnología, fueron aspectos centrales del peronismo allá por 1945. Estas políticas son las que todos los días llevan adelante nuestra presidenta Cristina Fernández y nuestro gobernador Daniel Scioli, para impulsar el desarrollo del país y la provincia.
Qué orgullo sentiría de las millones de argentinas que van a ir a votar libremente en las próximas elecciones y cuánto la imagino charlando con los pibes de 16 y 17 años que empiezan a transitar el camino de la democracia. Cuánta satisfacción tendría al escuchar que las mujeres son mayoría en las universidades o al saber que en los hospitales públicos de la provincia de Buenos Aires, han nacido 153 bebés gracias a la ley de fertilización asistida.
Pero para ella no sería suficiente. Evita seguiría luchando por cuidar los logros obtenidos y abriendo el camino para seguir avanzando. Por eso hoy lo importante es retomar el legado de su voluntad, el ejemplo de la lucha sin concesiones y seguir trabajando por un país para todos. Por una Argentina digna con su gente y digna con su historia.
La autora además, preside el PJ de la provincia de Buenos Aires y es sobrina nieta de Eva Perón










