
Con sólo cuatro temporadas como profesional y once victorias a través de todo el mundo (cuatro de ellas en el PGA Tour), Jon Rahm, el nuevo número 1 del mundo, en poco tiempo ha dado muestras de su gran potencial: parejo en las distintas partes del juego y una actitud aguerrida, inspirada en su ídolo de la infancia, el gran Seve Ballesteros. Adicionalmente, en los últimos tiempos ha logrado manejar su temperamento en los momentos más apremiantes y todo esto le está dando sus frutos.
Probablemente su swing no sea el más “lindo o “vistoso del PGA Tour. Sin embargo, las particularidades de su movimiento reflejan la consistencia y eficacia de su swing. Más allá de su estilo, al analizarlo detenidamente se observan ciertos patrones que pueden ser de utilidad para una gran cantidad de jugadores, principalmente aquellos que pegan con slice y desean corregirlo.
Resulta clave la flexión en la muñeca izquierda
Para quienes recién se inician, el slice es un golpe con efecto de izquierda a derecha (para un jugador diestro) producido por una cara del palo abierta (mirando hacia la derecha), en el momento del impacto en relación a la dirección en la que el jugador realiza el swing de golf.
En el caso de Rahm, la posición en flexión de su muñeca izquierda -en especial durante el downswing (movimiento del swing hacia delante)- puede prevenir y corregir este defecto que aqueja a la gran mayoría de los jugadores aficionados.

La habilidad para mover la muñeca izquierda en flexión depende en gran medida de la forma en la cual están ubicadas las manos en el palo (grip). Las posiciones extremas de las manos dificultan e imposibilitan los buenos movimientos entre ellas y la cara del palo durante el swing.
La flexión de la muñeca izquierda genera que la cara del palo se cierre si hay una buena combinación entre esta y el grip. Con esta acción, el jugador aficionado -que erróneamente abre la cara mientras se acerca al momento del impacto- simplificará su movimiento, logrará encuadrarla con mayor facilidad y podrá mejorar la trayectoria de sus golpes, mientras que el jugador de elite obtiene mayor estabilidad a través de la pelota.

En el caso de Jon Rahm, con un grip de mano izquierda algo débil (mano levemente rotada hacia su izquierda), flexiona la muñeca izquierda paulatinamente mientras realiza su corto backswing y lo más importante aún, mantiene (y hasta incrementa!) la flexión de la muñeca mientras el palo cambia de dirección (transición). Esta es la acción clave que todos los jugadores de slice deberían mejorar.
El siguiente ejercicio ayudará a sentir la flexión de la muñeca izquierda y como consecuencia, la extensión de la muñeca derecha durante todo el swing.










