El proceso de salvataje de Vicentin empieza a tomar forma. Este martes al mediodía, el Juez que lleva el concurso de la cerealera, Fabián Lorenzini, confirmó que fue Grassi el primero en presentar las mayorías requeridas por la Ley de Concursos y Quiebras para quedarse con la compañía. De esta manera, mientras Grassi logró prioridad judicial para hacerse con las acciones de Vicentin, Molinos Agro y Louis Dreyfus Company (LDC) -la alianza contrincante- tendrán un plazo de cinco días para impugnar esta decisión.

Esta decisión judicial llegó apenas unos minutos después de que los síndicos del concurso presentaran un informe al Juez con los horarios de publicación, tanto de la propuesta de Grassi, como la de Molinos y LDC.

“La propuesta del concurrente Grassi alcanzó la adhesión de 1141 acreedores sobre 1708 computables, que representan $ 85,3 millones equivalente al 84,9% del capital computable y superando los mínimos exigidos por el artículo 45 de la LCQ (N.d.R: Ley de Concursos y Quiebras) para declarar la existencia de acuerdo",establece el escrito firmado por el síndico Diego Telesco.

Este establece también que Grassi llegó a esos números con la adhesión casi sobre el final de ACA, la Asociación de Cooperativas Argentinas. Esta se suscribió a la propuesta el 31 de octubre a las 16 horas. Cabe destacar que las votaciones cerraron ese mismo día a las 00 horas.

Esta definición del Juez le da una ventaja a Grassi. Es que la Ley de Concursos y Quiebras establece que, en un acuerdo preventivo, quien primero reúne y comunica a la Justicia las mayorías necesarias de acreedores obtiene la prioridad para ejecutar el plan de reestructuración. Por eso, en procesos en los que compiten varios interesados, el orden de presentación es decisivo: el primero en acreditar las conformidades queda con ventaja jurídica y puede asumir la gestión del acuerdo, mientras que los demás solo pueden impugnarlo dentro del plazo de cinco días.

Cuándo se define el nuevo dueño de Vicentin

En el caso de Vicentin, la presentación anticipada de Grassi le asegura primacía sobre Molinos y LDC para conducir la reorganización de la agroindustrial. No obstante, según pudo saber este medio, la alianza de la compañía agrícola de los Perez Companc y la firma agroindustrial francesa efectivamente intentarán impugnar la propuesta en cuestionamiento de su validez y cumplimiento de los requisitos legales. Además, si bien Grassi fue el primero en presentar el apoyo que logró su propuesta al Juez, Molinos y LDC lo hicieron una hora después.

En caso de que el Juez habilite esta objeción, Grassi también tendría la posibilidad de presentar impugnaciones contra la propuesta de sus competidores. Esto dará lugar a un intercambio de cuestionamientos antes de la aprobación definitiva del plan concursal lo que podría postergar la definición final del concurso.

Cabe destacar que Vicentin está blindada hasta el año que viene, por lo que su continuidad operativa -opera a fasón- y los puestos de los casi 1000 trabajadores que forman parte de la empresa, están garantizados.

Las propuestas de Grassi y Molinos-LDC

Por un lado, Molinos y la francesa Louis Dreyfus (LDC) propone transformar a Vicentin en una empresa sustentable en el tiempo. Según Pablo Noceda, CEO de Molinos Agro, el objetivo es poner la estructura de la compañía a punto, extraer su potencial y devolverle competitividad. Para ello, estiman que se necesitarían entre u$s 50 y 70 millones, aporte que ambas firmas aportarían en partes iguales.

Su plan incluye la gestión de las plantas de Ricardone y San Lorenzo, que hoy funcionan con ineficiencias y emplean a 800 personas. El Nodo Norte quedaría bajo la administración de la Unión Agrícola de Avellaneda (UAA), mientras que Renova, actualmente en manos de Bunge, seguiría operando junto a Vicentin, que conserva el 32% del capital.

Por otro lado, la propuesta de Grassi, respaldada por las agroindustriales Cargill y Bunge, busca que Vicentin pueda retomar exportaciones apenas un día después de aprobada la propuesta. Su plan contempla operar de manera conjunta los activos de la concursada, incluyendo el manejo de granos, el negocio de molienda en Avellaneda y Ricardone, y la planta de Renova. Se trata de una explotación integrada en la que ni Bunge ni Cargill ingresan al cramdown ni obtendrán acciones: su rol será actuar como “socios globales” para facilitar que Vicentin vuelva a exportar sus productos al exterior.