Mientras extramuros del Sheraton de Mar del Plata, la Argentina corporate seguía ansiosa las novedades provenientes de Washington, puertas adentro, sobre el escenario, los CEO que participaron de la jornada inaugural del Coloquio de IDEA plantearon no prestarle tanta atención al "ruido"de la coyuntura y, en cambio, focalizar en "las cosas importantes que están pasando en el país", como la disciplina fiscal, las reformas estructurales y el nuevo alineamiento internacional con los Estados Unidos.

Lo expresó con contundencia Martín Migoya, fundador y número uno del unicornio Globant, uno de los cuatro líderes empresarios que participaron de "Argentina sale a la cancha", uno de los paneles del evento que, este año, alude a metáforas deportivas bajo el lema "Juega Argentina: a producir, competir, innovar" para aludir a la competitividad como eje central de debate de la cumbre, que se desarrollará hasta el viernes en esta ciudad balnearia.

"Vivimos obsesionados con la coyuntura. Entiendo que eso es lo que vende. Pero a las cosas importantes que están pasando en el país les prestamos menos atención", dijo el empresario tecnológico. "Debemos darle importancia al hecho de que la Argentina tiene disciplina fiscal, a que tenga un programa de reformas, aunque que esté más o menos avanzado a distintos niveles; darle importancia a este nuevo proceso de alineación estratégica con los Estados Unidos, que es algo que pasa una vez cada 30 años", enumeró.

"Son las cosas importantes de las cuales tenemos que ocuparnos y tenemos que ayudar a que eso pase", agregó, en relación a qué deben hacer los empresarios en ese partido. "Después, la coyuntura nos juega todos los días. Nuestro trabajo es entender que muchas de esas cosas son ruido, prestarle atención a lo esencial y seguir construyendo en ese camino", enfatizó.

"Lo importante del proceso que se está viviendo ahora es que se trata de ser más previsibles, adivinables hacia el futuro", indicó, tras haber respondido una pregunta simple: qué le dio y qué le quitó la Argentina. "Todo. Absolutamente: mi talento, mi educación, la resiliencia por haber pesado diferentes crisis", fue la respuesta a la primera parte de la pregunta. "Mucha previsibilidad", la de la segunda.

A pedido del moderador, Migoya emuló a un agente de Inteligencia Artificial -el foco actual de negocio de Globant- para imaginar cómo sería el Coloquio de IDEA dentro de 20 años. "Tendrá mucha gente distinta, eso sin duda", ironizó. "Lo otro que va a pasar es que vamos a vivir en una Argentina muy distinta a la de hoy: realmente previsible, que habrá abrazado los valores del capitalismo a full".

Horacio Marín, presidente de YPF.
Horacio Marín, presidente de YPF.Marcela Alvarez

Minutos antes, había sido Horacio Marín, presidente de YPF, quien recurrió al término "ruido" para referirse a la inestabilidad financiera argentina de los últimos dos meses. "Miro la acción pero no trabajamos para su valor, sino para generarles valor a los accionistas", le devolvió el saque al moderador, que le había hecho una broma sobre la cotización actual del papel de la petrolera. "Para proyectos de valores como los nuestros, como el de LNG y los demás, un viernes negro es un ruido. No le damos mucha importancia. Tampoco se lo dimos con ENI, con quien estamos invirtiendo para 2030-2050. ¿Qué carajo va a pasar? No sabés. Pero sí sabés qué hay que desarrollar", amplió, con su verborragia característica.

"Lo que pasa en el mercado es un ruido. Tampoco hay que ser tonto: si necesito buscar financiamiento, no voy a ir en el medio del ruido", agregó. Ruido, para él, es "algo que pasa un día y después cambia".

En cambio, valoró con énfasis el endorsement del gobierno de los Estados Unidos a la Argentina. En especial, el anuncio del Secretario del Tesoro, Scott Bessent, de que el respaldo será de u$s 40.000 millones, el doble de lo previsto.

"Esto que pasó hoy es muy bueno para el ambiente de negocios. Consolida el excelente programa económico que está haciendo el Ministro de Economía y so sí es bueno para todos. Es muy importante para YPF, en particular. Es un cambio estructural", ponderó.

"Eso no es ruido. Se están dando las bases para que se pueda consolidar el trabajo de estos dos años. Que nosotros, la industria energética, llevemos las exportaciones a u$s 30.000 millones o u$s 50.000 millones al año. Seremos un cebador de la economía. Luego, vendrán la minería y demás. Eso es un cambio estructural", aseguró.

"Obviamente, es muy difícil. Lo primero que hacés cuando te levantás es leer el diario", reconoció Ignacio Bartolomé, CEO de GDM, empresa de "software de semillas" -simplificó su core-, cuyos productos están en una de cada dos hectáreas de soja sembradas en el mundo.

Ignacio Bartolomé, CEO de GDM.
Ignacio Bartolomé, CEO de GDM.

"En algún momento, se logra salir de esa coyuntura. Al final, lo de nosotros es tratar de enfocarnos en las cosas que están en nuestro control. No puedo controlar el dólar, los impuestos ni los cortes de ruta. Sí puedo controlar el darles un buen producto a mis clientes, cuidar al equipo, la relación con los proveedores... Hablamos muy poco de la coyuntura en la oficina. Es más informativo o anecdótico", resumió.

Bartolomé destacó la competitividad del agro argentino. "El exportador argentino es recontra-competitivo. Pero hay un gran porcentaje del precio al que vende que se le saca en impuestos. Si eso se mejora, claramente, traerá mejoras para el país. Entiendo que, en este momento, el agro es un generador de recursos. Todos tenemos que poner un poco nuestro grano de arena para construir. No estoy de acuerdo con las retenciones. Es el momento que nos toca y confío en que, en algún momento, se van a ir", puntualizó.

En donde sí prefirió focalizar su planteo es en la actual Ley de Semillas. "Como no hay un marco de propiedad intelectual, le está quitando competencia a nuestra industria. Y siempre que hay competencia, hay mayores inversiones y mejores productos. En nuestro sector, la cuenta pendiente es mejorar la propiedad intelectual".

"Salimos a la cancha con una mochila de piedras. Queremos que nos las saquen. El empresario industrial quiere competir. Pero queremos igualdad de condiciones", propuso, por su parte, Martín Rappallini, presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA) y CEO de Alberdi Desarrollos.

Martín Rappalllini, presidente de la UIA y CEO de Alberdi Desarrollos
Martín Rappalllini, presidente de la UIA y CEO de Alberdi Desarrollos

El nuevo titular de la central fabril aseguró que, históricamente, los industriales "nos hemos adaptado a las reglas que planteó el país".

"Si la economía era inflacionaria, fue por decisión de los políticos. El empresario se adaptó. Pero el industrial entiende que la única manera de tener una industria sustentable es con productos de calidad y competitivos a nivel global", defendió.

Rappallini describió al momento actual como de comienzo de un "cambio económico", con ordenamiento macro pero que todavía necesita reformas estructurales.

"Lo peor que nos pasó a los argentinos fue la cultura de la inflación. Hace que el empresario no piense en la competitividad: escapa hacia adelante. O que se cubra. Su foco no está en mejorar. Por eso, la estabilidad mueve todo. No te podés escapar. Tenés que ser competitivo", definió.

"El empresario industrial se va adaptando a las distintas realidades. Cuando había un proceso inflacionario, se adaptaba. Ahora, se tiene que adaptar fuerte a este proceso de competitividad. Competimos con el mundo. Aunque no exportes, tenés que sentirte global porque hay que darles a los consumidores los productos al mejor precio y con la mejor calidad. Es lo que tenemos que plantearnos como industria", continuó.

En tal sentido, también pidió por la construcción de una "competitividad sistémica". "No sólo es internamente, sino también desde la política. Reformar todo el sistema laboral, que es antiquísimo. También, los impuestos, que se duplicaron en los últimos 20 años", afirmó. "Hay que trabajar en equipo, armar un sistema que funcione. El empresario se ocupa de mejorar pero en una cancha nivelada y, también, previsible".

Según Rappallini, el cambio de régimen se va a consolidar cuando "haya un cambio estructural".

"Es un momento difícil: el de la transición, con caída de actividad, tasas altas... Se hace complicado. Esperamos que se pueda superar esta turbulencia financiera porque el camino ya es difícil", describió.

"Los empresarios tienen que reacomodarse. Tenemos que bajar los precios. Pero, si cae la actividad y suben las tasas, eso crea mucha tensión", advirtió.