

Últimamente, el consumidor se volvió más exigente respecto a los requerimientos que se les hacen a las empresas, que en muchos casos, tuvieron que repensar sus estrategias de negocios y hasta sus nombres.
Tal es el caso de Naranja X que, hace no más de cinco años atrás, se llamaba solamente Naranja y ofrecía un monoproducto: las tarjetas de crédito. Hoy, es una fintech que, no solo es 100% digital, sino que su oferta es mucho más amplia.
Julieta López, Head of Branding de Naranja X contó que el puntapié inicial que hizo que la empresa pasara de Naranja Naranja X fue mucho más profundo que un cambio de nombre: "Hicimos un cambio de categoría, y eso implicaba repensar toda la estrategia de la marca porque iba a entrar en una industria nueva, con segmentos nuevos, donde la puerta de entrada al ecosistema es 100% digital, a través de una app".
En ese sentido, López aseguró que los equipos de la empresa tuvieron que "entender qué había que tomar y capitalizar de la marca anterior, ya que representaba valores superpositivos. "El desafío consistía en saber qué teníamos que cambiar o traer de nuevo, para construir esta marca que queríamos a futuro. En ese entonces, la tecnología, la innovación, la frescura eran pilares centrales".
"Tuvimos que repensar la personalidad de la marca, su voz y su imagen, a la vez que buscábamos cómo ingresar a nuevos segmentos, mucho más jóvenes. Fue un trabajo de estrategia muy profundo que empezó en 2020. Tuvimos que repensar todo: desde las tensiones del mercado, cuál iba a ser nuestro target, y el problema que veníamos a resolver", expuso la ejecutiva en el evento de El Cronista y revista Apertura.
Repensar la marca
Por su parte, Gregorio Lascano, director de Marketing para Latinoamérica de Globant, explicó que la empresa que fundó Martín Migoya es, por definición, una empresa B2B. Esto quiere decir, que es una empresa que les vende servicios a otras empresas, no a consumidores finales, ni la marca está en las góndolas.
"Sin embargo, nos gusta pensarnos como una marca B2B2C. Queremos pensar en el consumidor final que puede ser el de otras empresas y siempre ser un vehículo de innovación. Somos una marca que, todo el tiempo, tiene que transmitir innovación", expuso.
Así, destacó que la innovación es una oportunidad gigante de desarrollo, para que negocios, industrias, economías y regiones "hagan un catch up con lo que está pasando en el mundo. La tecnología, por su parte, es un acelerador de procesos. Nos gusta pensar eso, ir más allá del cliente puntual de la compañía".
En tanto, Pablo Moraca, Gerente de marketing de Bodega Trapiche, explicó que, en el caso del vino, la incorporación de la tecnología es "fundamental para perseguir la calidad que se pide. El vino es un producto que tiene un condimento artesanal muy grande, pero, en el trabajo sobre los viñedos, como las exploraciones satelitales que nos permiten saber dónde está el agua, así como las acciones sustentables que lleva adelante la empresa, es indispensable la incorporación de la tecnología".










