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Las cualidades productivas de la tierra argentina son reconocidas a nivel mundial. Sin embargo, los rendimientos por hectárea de los cultivos en el país son inferiores a los de otras latitudes, incluso con capacidades limitadas. Una de las razones, aseguran en el sector, es la poca incorporación de tecnología y el bajo uso de variedades genéticas desarrolladas por los grandes semilleros que permiten mejorar los rindes de la industria agropecuaria.
Si bien las grandes compañías semilleras desarrollan constantemente nuevas variedades genéticas, tanto para soja, como para trigo, la regulación local que delimita la Ley de Semillas deja el pago de derechos -o cánones- a voluntad del productor. Actualmente, el mercado de propiedad intelectual en la Argentina ronda el 42 por ciento.
Esto, como consecuencia, lleva al sector a un atraso genético y tecnológico, y, consecuentemente, con menores rendimientos, ya que las semilleras destinan sus productos a otros mercados donde sí reciben el reconocimiento de propiedad. Un ejemplo de ello es Brasil; en el país vecino alrededor del 80% de los productores paga los derechos de uso a las grandes empresas.
Como respuesta a esa situación, empresas dedicadas a la investigación, desarrollo y comercialización de semillas de cultivos crearon Sembrá Evolución, "un sistema entre privados que apunta a la innovación, la genética y la propiedad intelectual para mejorar la rentabilidad del sector agropecuario", comentó Guillermo Ramadori, gerente comercial de Neogen, una de las empresas del grupo Don Mario.
La mayoría de las compañías proveedoras de semillas en el país forman parte de la iniciativa. Entre ellas, Grupo Don Mario -y sus tres etiquetas-, ACA, Basf, Bioceres, entre otras. El programa se lanzó hace no más de tres años, con la participación de 1500 productores. Hoy ya hay un total de 20.500 productores y alrededor de 3,8 millones de hectáreas sembradas bajo este sistema. En la Argentina hay 16 millones de hectáreas cultivables.
"Como no vemos la Ley de Semillas, armamos el sistema con todos los semilleros adentro, quienes insertan sus nuevas variedades directamente en Sembrá Evolucion", comentó el ejecutivo en el marco del congreso de Aapresid (Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa).
La adopción de tecnología en la agroindustria es indispensable por dos cuestiones. Es que, con semillas más resistentes y modificadas genéticamente, se puede lograr un mayor rendimiento por hectárea, así como también, hacer que aquellas zonas que no son cultivables por la calidad del suelo, o por dificultades del clima, puedan igualmente producir.
Por esta razón, la protección de la propiedad intelectual se convirtió en uno de los pedidos más fuertes del en el sector agropecuario. La escasez de regulaciones que reconozcan la propiedad intelectual en semillas afecta a la competitividad de la industria.
Cómo funciona Sembrá Evolución
"A la hora de ir a comprar una semilla, el productor tiene que firmar una licencia, que puede ser por aporte genético o por tecnología. Una vez hecho el acuerdo, tiene uso de esa variedad hasta 2032, aunque tiene posibilidad de renovar el contrato. Esto le permite acceder a productos que, ya sea por tecnología, por rendimiento o por estabilidad, son mejores que los que se consiguen fuera del programa", explicó Ramadori.
No obstante, consignó que, actualmente, "hay una resistencia del mercado porque es un contrato entre privados y no todos los productores están dispuestos a entrar al programa, sino que prefieren el uso propio. Eso deja un mercado de alrededor de 40% de formalidad, mientras que el resto se queda en la informalidad". Esta última incluye la bolsa blanca, el uso propio indebido, o toda producción que no contemple algún pago de canon con regalía extendida.
El sistema de Sembrá Evolución cuenta con un sistema de control de granos que detecta la biotecnología utilizada cuando los granos llegan a un acopio o puerto para la exportación. De esta forma, se "obliga al productor a ponerse al día con la deuda. Incluso, pueden ser auditados. Es lo que no da la Ley de Semillas", comentó el empresario.
Entre todas sus marcas Grupo Don Mario tiene el 60% del mercado. En los próximos cuatro años, Neogen apuesta a abarcar entre el 15% y el 20% del market share, de manera que GDM totalizaría el 80% de mercado.












