Energía

El hombre más rico de Asia apuesta por las renovables

Gautam Adani se comprometió a invertir u$s 70.000 millones en energías verdes. Pero el magnate está bajo presión por el alto nivel de apalancamiento que alcanzó su holding

En el corazón del imperio de infraestructura de Gautam Adani, los ingenieros unen piezas de acero para fabricar turbinas eólicas. Cerca de allí, los trabajadores operan máquinas en una fábrica que despacha paneles solares, eclipsada por cuatro torres de enfriamiento de la central eléctrica privada a carbón más grande de la India.

Las tres instalaciones son parte del puerto Mundra, la obra maestra del conglomerado en expansión de Adani y el destino de miles de millones de dólares en nuevas inversiones.

El hombre más rico de Asia, de 60 años, se comprometió a invertir u$s 70.000 millones en tecnología de energía verde para 2030, incluso, mientras continúa haciendo crecer un negocio multinacional de carbón.

Adani, que recaudó u$s 2000 millones del fondo de Abu Dhabi International Holding Company este año, dijo que esperaba más inversiones de "muchos soberanos". Su unidad de energías renovables levantó u$s 750 millones en bonos verdes y en diciembre anunció una línea de refinanciación denominada en yenes por u$s 200 millones con MUFG Bank y Sumitomo Mitsui Banking Corporation como prestamistas principales. Adani Enterprises, otra entidad que cotiza en bolsa, busca recaudar u$s 2500 millones con nuevas acciones.

Praveen Jagwani, director ejecutivo de UTI International, un gestor de activos indio en Singapur, explicó que Adani recauda fondos para "reducir intereses; el capital es mucho más barato que la deuda".

Durante una entrevista en sus oficinas, Adani dijo que confiaba en obtener fondos para negocios renovables en función de la necesidad urgente de descarbonizar. "Toda agencia (multilateral) tiene obligaciones de financiamiento. Cada sistema bancario, cada fondo de cobertura, cada fondo de capital privado, cada inversor... está bajo la presión de no invertir en combustibles fósiles e invertir en la transición energética".

Adani insistió en que su grupo sería la primera escala para los inversores internacionales que apuestan por la India. "Somos el grupo más grande de la India. Entonces, cuando alguien quiere invertir en India, ¿a dónde irá primero?"

Adani está ingresando a nuevos mercados a un ritmo vertiginoso. Este año, compró el negocio indio de cemento de Holcim (u$s 10.000 millones, financiado por bancos extranjeros), recaudó u$s 760 millones de siete bancos estatales para construir una planta de fundición de cobre y anunció proyectos de mineral de hierro y alúmina por u$s 7000 millones.

Su crecimiento impulsado por la deuda generó preocupaciones, con CreditSights, parte de Fitch, advirtiendo que el grupo estaba "profundamente sobreapalancado". Adani respondió que algunos analistas "no entendieron (sus negocios) en términos reales: quienes entienden son mis prestamistas, mis bancos, mis inversores; Cada vez que Adani entra en el mercado, les encanta invertir y, así, el crecimiento es continuo".

Los críticos dijeron que el impulso de las energías renovables de Adani lo ayudó a recaudar dinero mientras sus negocios contaminantes seguían creciendo. Adani tuvo "un éxito fenomenal en convencer al mercado occidental de que la mano derecha es diferente a la izquierda y, si financia a Adani Green, no lo hace con Adani Power o Adani Enterprises", dijo Tim Buckley, director de Finanzas de Energía Climática, un think-tank australiano.

Adani dijo que "no más del 10%" de sus ingresos procedían del carbón, aunque afirmó que era injusto demonizar a la India por utilizar sus abundantes reservas de ese mineral.

Adani está listo para construir su primera instalación de "amoníaco verde" a menos de 100 kilómetros de Mundra, como parte de un compromiso de u$s 50.000 millones a 10 años con TotalEnergies, que posee el 20% en la empresa de energía renovable que cotiza en bolsa de Adani.

Aun así, los activistas ambientales criticaron a Adani por aumentar la minería. Adani Enterprises extrajo 27,7 millones de toneladas métricas de carbón en su último año fiscal, un aumento del 58%. También está construyendo centrales eléctricas a carbón.

Adani admitió que "la electricidad que proviene de las energías renovables es más barata", pero insistió en que se necesitaban combustibles fósiles porque las energías solar y eólica "no funcionan las 24 horas, los siete días de la semana". Se negó a comprometerse con los objetivos de eliminación gradual del carbón.

"¿Por qué tenemos que ir y hacer un compromiso con el mundo que, dentro de dos años, tienes que revertir?", dijo, señalando que los países occidentales se retiraron de los compromisos de carbón como resultado de la turbulencia en el mercado energético causada por la invasión de Rusia a Ucrania.

"Autosuficiencia... la transición energética, el cambio climático, son grandes, enormes oportunidades comerciales", enfatizó Adani.

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