La ciencia podría parecer como algo técnico o distante, pero muchas veces, aunque es imperceptible, termina incorporada a objetos y servicios que forman parte de la vida diaria. Ese es el universo donde opera Merck, cuyos desarrollos atraviesan industrias tan diversas como alimentos, tecnología, dispositivos móviles y tratamientos médicos.
“Los productos de Merck están presentes en cualquier mesa de laboratorio”, dijo Marcelo Ponte, director general de Merck Argentina. La empresa cumple 95 años en el país y más de 350 a nivel global. Puntualizó que su actividad se organiza en dos ramas: la farmacéutica, que incluye tratamientos de fertilidad, oncología, inmunología y hormonas de crecimiento; y la unidad de ciencias de la vida, que reúne más de 300.000 procesos y productos utilizados por la industria local e internacional para sintetizar biológicos.
Ponte explicó que muchos de esos insumos que desarrolla la compañía terminan integrados a productos de uso cotidiano. “Merck desarrolla componentes para controles de calidad de alimentos como bebidas cola y lácteos y provee materiales que son clave en la industria tecnológica. Además, la mitad de los dispositivos celulares del mundo tienen el cristal líquido de Merck”, señaló.
En el área de salud, expuso, los resultados son igual de concretos. “Los tratamientos de fertilidad de Merck contribuyeron al nacimiento de más de 6 millones de niños en el mundo”. Ponte destacó que ese tipo de avances muestra cómo un desarrollo que comienza en un laboratorio impacta la vida de las personas.
La empresa también participa en procesos que parecen pequeños en su origen pero que luego escalan hacia innovaciones globales. Uno de los ejemplos es el ARN mensajero, un desarrollo de laboratorio que se transformó en la base de vacunas y medicamentos biológicos utilizados en todo el mundo.









