Las declaraciones de la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, respecto de los empresarios que aumentan los precios y sus advertencias de que los expondrá públicamente no fueron aisladas. Atento a las críticas de la sociedad por la inflación que no cede y la marcha de la economía, el Gobierno decidió mostrar que está actuando para evitar subas desmadradas y traslados abusivos de la devaluación a precios.

Así, desde la Secretaría de Comercio comenzaron a citar a las empresas de consumo masivo para pedirles la apertura de sus costos y moderación a la hora de realizar ajustes. Desde el sector corporativo, en tanto, aseguran que los aumentos realizados hasta ahora todavía no contemplan la devaluación y que la situación del mercado hoy no habilita subas descabelladas.

Muchas compañías ya fueron convocadas y otras serán invitadas en el curso de la semana, confirmaron desde la cartera que dirige Francisco Cabrera. "Nos estamos juntando y nos seguiremos juntando a lo largo de la semana con todos los actores proveedores de los principales productos de consumo masivo de la Argentina. También con los principales productores de insumos difundidos que terminan teniendo incidencia en los costos de los productos que llegan a las góndolas", informaron desde la subsecretaría de Comercio, a cargo de Ignacio Werner, quien lideró los encuentros con las empresas.

Una de las primeras en ser convocadas fue Molinos Río de la Plata el lunes, por tratarse de la que más incrementó sus precios en las últimas semanas. Desde el supermercadismo advirtieron que la empresa modificó la lista de precios tres veces desde fines de abril y que en el caso de las harinas y los aceites, los aumentos alcanzan el 20%. La suba del precio del trigo a nivel internacional sumado a la devaluación impactaron fuertemente en estos productos, que tienen una altísima incidencia del dólar. De $ 3200 la tonelada que costaba en enero el trigo, hoy vale $ 6200. En esta reunión, Werner estuvo acompañado por Cabrera. Fuentes cercanas a la firma precisaron que se les explicó esta situación y que así como desde el Gobierno se les reclamó moderación en los ajustes, los directivos de la compañía pidieron que la explicación empresaria llegue a la política para evitar ser siempre los malos de la película ante la sociedad.

Las que fueron convocadas

Las reuniones son individuales, por empresa. Además de Molinos, fueron citados representantes de Danone; Mondelez; Mastellone; Arcor; Unilever; Kimberly Clark; Coca Cola; Quilmes; Molinos Cañuelas; Baggio; Clorox; Adeco y Ledesma. También se reunirán con referentes de Pepsico, Aceitera General Deheza (AGD), Procter & Gamble, Las Marías, Bimbo, La Virginia, Dulcor, Tabacal, SC Johnson & Son, Nestlé y Milkaut, informaron en Producción.

Desde el Gobierno remarcaron que el objetivo de los encuentros es conocer en profundidad los efectos que tuvieron los cambios de contexto económico en las últimas semanas sobre los precios al consumidor. "Les estamos pidiendo que cada empresa actue con responsabilidad en este contexto. En aquellos casos donde creamos que el problema va más allá del aumento de costos de las últimas semanas, tenemos hoy la renovada autoridad de la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia para iniciar investigaciones en los mercados que den señales de abuso de posición dominante", agregaron las fuentes.

Desde el sector empresario coincidieron en plantear que no hubo ningún tirón de orejas, sino que los encuentros fueron cordiales y con ánimo de interiorizarse en los costos de cada compañía. Incluso, aseguran que los aumentos de precios que hubo hasta el momento que oscilan entre el 5 y el 15%, según el caso y los que habrá en adelante tienen en cuenta la situación actual del mercado, que sigue deprimido. "El Gobierno entendió y sabe que los precios serán regulados por el propio mercado", dijo un empresario alimenticio.

Según dijeron en Producción, los datos relevados en los últimos 12 meses muestran que los productos que aumentaron su precio por encima de la inflación han caído en sus ventas, mientras que los que han aumentado por debajo de la inflación han aumentado su volumen.

Las empresas son las primeras en advertir que no pueden trasladar toda la suba de costos a los precios porque hoy el consumidor compara mucho los precios y si una firma sube más que la competencia, pierde participación de mercado. Desde una de las empresas alimenticias más grandes del país aseguraron que los ajustes por la devaluación se verán recién en los próximos 3 a 6 meses.