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Las hojas de menta y el vinagre blanco son dos productos que suelen estar en cualquier hogar y que, en plena tendencia de soluciones caseras, se convirtieron en una combinación ideal para limpiar, perfumar y mantener alejados a los insectos.

El vinagre destaca por su capacidad para desinfectar y eliminar bacterias, dejando las superficies impecables. La menta, por su parte, aporta un aroma fresco y refuerza la acción del vinagre.

Método casero de vinagre y hojas de menta

Conoce los secretos de este método casero e impleméntalo desde la comodidad de tu hogar. De esta manera, podrás vivir en un ambiente libre de bacterias y malos olores.

¿Para qué sirve la mezcla de menta y vinagre?

Además de ser un excelente limpiador, este preparado actúa como repelente natural contra hormigas, mosquitos y arañas. Se puede aplicar en puertas, ventanas y zonas donde suelen aparecer insectos, evitando así el uso de químicos fuertes. También funciona para aromatizar ambientes y refrescar textiles del hogar.

¿Cómo preparar el método de la menta y el jengibre?

A continuación, el paso a paso para preparar la mezcla casera.

  1. Colocá un puñado de hojas de menta en un frasco de vidrio.
  2. Cubrilas completamente con una taza de vinagre blanco.
  3. Cerrá el frasco y dejá macerar entre 1 y 2 semanas en un sitio fresco y oscuro.
  4. Colá las hojas y guardá el líquido resultante en un envase limpio.

¿Cómo usar la mezcla de menta y vinagre?

  • Para limpiar superficies: rocía sobre mesas, azulejos o encimeras y pasá un paño húmedo.
  • Para perfumar: usalo en un difusor o aplicalo suavemente sobre cortinas y almohadones.
  • Para repeler insectos: pulverizá en los puntos por donde suelen entrar, como marcos de ventanas y puertas.

Aunque es un producto natural, es mejor evitar su aplicación directa sobre superficies delicadas como mármol sin una prueba previa. También se aconseja utilizar guantes para proteger la piel del contacto continuo con el vinagre.