La mayoría de las personas siguen unarutina agitada que ocupa la mayor parte de sus horas diarias. Por lo tanto, cuando llega el fin de semana, lo último que desean es dedicar ese tiempo a limpiar.
Sin embargo, existe una solución para este problema: la regla 20/10. Este método de limpieza se basa en dividir el trabajo en bloques de tiempo de 20 minutos. Durante cada bloque, nos concentramos en una sola tarea, sin distracciones. Después de 20 minutos, nos tomamos un descanso de 10 minutos.
La regla 20/10 es ideal para personas que tienen poco tiempo o que se sienten desmotivadas a la hora de limpiar. Además, es una buena manera de empezar a crear hábitos de limpieza saludables.
¿Cómo funciona la regla 20/10?
Para comenzar a usar la regla 20/10, elige una habitación de tu casa y establece un temporizar de 20 minutos. Durante esos 20 minutos, concéntrate en una sola tarea, como limpiar el polvo, lavar los platos u ordenar.
Cuando el temporizador suene, tómate un descanso de 10 minutos. Puedes aprovechar este tiempo para estirarte, tomar un café o simplemente relajarte.
Una vez que hayas terminado el primer bloque de 20 minutos, vuelve a establecer el temporizador y repite el proceso. Sigue limpiando habitación por habitación, hasta que hayas terminado.
¿Por qué funciona la regla 20/10?
La regla 20/10 funciona por varias razones. En primer lugar, los bloques de tiempo de 20 minutos son lo bastante breves para ser manejables, pero suficientemente extensos para resultar productivos.
En segundo lugar, tomar descansos contribuye a mantener tu enfoque y motivación.
En tercer lugar, permite desglosar el trabajo en tareas más pequeñas y manejables. Esto disminuye la sensación de abrumo que tenemos cuando nos enfrentamos a una tarea difícil.
Para maximizar los resultados de la regla 20/10, sigue estas recomendaciones:
- Elige una habitación a la vez. No intentes limpiar toda tu casa en un día. Empieza con una habitación y pasa a la siguiente.
- Comienza por las tareas más fáciles. Deja las tareas más difíciles para el final, cuando estés más cansado.
- Ten a mano todo lo que necesitas. Antes de empezar a limpiar, asegúrate de tener a mano todos los elementos que necesitas.
- No te preocupes por la perfección. El objetivo es simplemente mantener tu casa limpia, no que quede impecable.
