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Teñida de amarillo, la ciudad de Izamal ostenta el título del primerPueblo Mágico de Yucatán desde 2002, apenas un año después del inicio formal del programa de reconocimiento. Hoy conserva su encanto intacto con sus calles coloridas, sus pirámides mayas y su patrimonio religioso cuidado con esmero.

La "Ciudad de los Cerros" o la "Ciudad de las Tres Culturas" -como también se la conoce- fue uno de los centros ceremoniales más importantes de la civilización Maya. Más aún: se cree que su nombre está relacionado con Itzamná, una deidad de la mitología maya, cuya influencia sigue presente en el imaginario local.

Izamal: el Pueblo Mágico amarillo atravesado por pirámides

Si bien hoy sus calles están todas de amarillo, Izamal no siempre guardó esa apariencia. En realidad, este Pueblo Mágico se tiñe de ese color como iniciativa de bienvenida al Papa Juan Pablo II, en 1993. Desde ese momento, el pueblo hizo propio el color convirtiéndose en parte de su identidad.

Lo maravilloso es que, ese mismo pueblo que adopta el color papal es el mismo que está atravesado por vestigios arqueológicos de un valor increíble, ligado con su pasado maya.

Una de las estructuras más relevantes es la Pirámide de Kinich Kakmó. Con 34 metros de altura, es la tercera más alta de México. La tradición cuenta que el templo fue construido en honor al dios del sol, quien cada día descendía del cielo en forma de guacamaya para recibir las ofrendas.

Otras pirámides importantes son Itzamatul, Habuk y Tu'Ul. Aunque Itzamatul puede parecer menos imponente en comparación con Kinich Kakmó, también es parte esencial del circuito arqueológico que puedes recorrer a pie.

Las leyendas de Izamal y el bellísimo Convento de San Antonio de Padua

François-Julien Delisle (www.fjdelisle.net)

Cuando una ciudad es reconocida como Pueblo Mágico se hace del compromiso de mantener y preservar su identidad. Más allá de cuidar sus monumentos históricos locales, Izamal cuenta con una bella tradición para preservar la cultura oral: en varios puntos del pueblo, diferentes placas cuentan las leyendas locales.

En cada caso, la leyenda es acompañada por representaciones artísticas para ilustrarlas. Incluso hay esculturas inspiradas en el contenido de las leyendas. Un detalle único que demuestra el profundo peso que tiene la tradición oral en Izamal.

Por otro lado, el Convento de San Antonio de Padua es de seguro la razón por la que muchos turistas deciden conocer Izamal. Fundado en 1549 por frayDiego de Landa, fue construido sobre una antigua pirámide maya como símbolo del dominio colonial. Su atrio cerrado es el más grande de América y el segundo más grande del mundo, después de la Plaza de San Pedro en el Vaticano.

La particularidad del convento es que puedes recorrerlo tanto de día como de noche. Y es que a las 20:30 se presenta un espectáculo de luz y sonido utiliza la fachada del edificio como telón y escenario de la narración que cuenta.