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El xoconostle es un fruto autóctono de México que proviene del cactus del nopal. Su nombre tiene raíces en el náhuatl, donde "xoco" significa agrio y "nochtl" se traduce como tuna, razón por la cual se le conoce como "tuna agria".

Más allá de su peculiar sabor, este superalimento se ha convertido en un tesoro de salud debido a sus propiedades nutricionales excepcionales.

De hecho, investigaciones realizadas por el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP) han descubierto que el consumo de xoconostle es una concentrada fuente de antioxidantes.

Además, numerosos estudios han destacado su elevado contenido de fibra soluble, la cual tiene la capacidad de atrapar el colesterol en el intestino, evitando su absorción. Este componente también contribuye a regular la absorción de azúcar en sangre.

La cáscara de xoconostle: el secreto para una salud de hierro

La cáscara de xoconostle es un verdadero tesoro natural. Uno de sus componentes clave es la pectina, una fibra soluble que desempeña un papel crucial en la reducción de colesterol LDL.

Además, regula los niveles de azúcar en la sangre ralentizando la absorción de glucosa, lo que ayuda a prevenir picos glucémicos.

Otro componente importante son los flavonoides, poderosos antioxidantes que protegen las células del daño oxidativo causado por los radicales libres.

La cáscara de xoconostle también es rica en beta-carotenos, precursores de la vitamina A en el cuerpo, que es fundamental para el correcto funcionamiento del sistema inmunológico.

Asimismo, es una excelente fuente de vitamina C, que es vital para favorecer la producción de colágeno. También proporciona potasio, que ayuda a regular la presión arterial y facilita el buen funcionamiento muscular.

Cómo preparar tarta de xoconostle y pistacho

Una manera fantástica de integrar este fruto en tu dieta es mediante una receta simple y fácil. Isabella Dorantes, en El Gourmet, enseñó cómo hacer una exquisita tarta de xoconostle y pistacho.

Ingredientes

Compota de xoconostle

IngredienteCantidad
ColoranteA gusto.
Azúcar200 gr.
Agua200 cc.
Canela1 rama.
Xoconostle5 unidades.

Crema pastelera

IngredienteCantidad
Azúcar200 gr.
Harina80 gr.
Leche800 cc.
Huevos2 unidades.

Masa

IngredienteCantidad
Manteca240 g.
Harina100 grs.
Huevo1 unidad.
SalUna pizca.
Extracto de vainilla1 cucharada.
Azúcar impalpable120 grs.
Polvo de almendras50 grs.

Preparación

En una batidora, mezcla la manteca blanda, el azúcar impalpable, el polvo de almendra y una pizca de sal. Agrega el huevo y el extracto de vainilla. Retira y añade la harina, mezclando hasta obtener una masa homogénea. Cubre la masa con papel film y refrigérala durante media hora.

Para la crema pastelera, hierve la mitad del azúcar con la leche. En un bowl, mezcla la otra mitad del azúcar con la harina y los huevos, luego añade un poco de leche caliente y mezcla bien. Incorpora esta preparación a la leche caliente en la olla, mezclando continuamente. Vierte la crema pastelera en una fuente, cubre con papel film y refrigera para enfriar.

Para la compota de xoconostle, corta los extremos de los xoconostles, retira la piel y las semillas. En una olla con agua, añade el azúcar, la canela y una gota de colorante. Agrega los xoconostles y cocina. Retira y córtalos por la mitad.

En una superficie enharinada, estira la masa con un rodillo. Coloca aros individuales en una bandeja para horno con papel manteca, previamente enmantecados, y coloca la masa dentro. Coloca papel manteca y rellena con frijoles para evitar que la masa suba. Precalienta el horno a 180°C, hornea durante diez minutos, retira y desmolda.

Rellena las tartas con crema pastelera y pistachos. Decora con los xoconostles y pinta la superficie con almíbar para dar brillo. ¡Listo para disfrutar!