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Romina Nájera, la joven mexicana de 20 años estudiante del Tec de Monterrey, destacó en la competencia de programación Codificadas. De entre las 4,700 mujeres estudiantes de 16 países que participaron en el certamen quedó en segundo lugar.

Codificadas es un enfrentamiento exclusivo para mujeres quienes resuelven, mediante código, diversos problemas de manera competitiva. En la final, en Bogotá, Colombia, se les asignó un grupo de problemas que tenían que descifrar en máximo cuatro horas.

Tener ese vínculo afectivo, ese modelo a seguir, es muy importante porque te da la perspectiva de ‘si ella puede, yo también puedo’

Romina Nájera, estudiante del Tec de Monterrey

En entrevista con El Cronista, Romina Nájera habló de quién le despertó el ímpetu por la resolución de problemas y las matemáticas: “Mi hermana fue la primera mujer en Morelos en llegar a la final nacional de la Olimpiada de matemáticas. Escuchar eso se me hizo muy bonito y en cierta forma seguí sus pasos”.

El tipo de razonamiento de la programación y la lógica le llamó la atención y, junto con el entusiasmo de su hermana, se inscribió a su primera programación competitiva. Ahora que quedó en segundo lugar de Codificadas, organizado por la consultora Tata Consultancy Services (TCS), compañía de Tecnología de la Información, la mexicana buscará otras competencias.

Codificadas es una competencia que busca cerrar la brecha de STEM para las mujeres
Codificadas es una competencia que busca cerrar la brecha de STEM para las mujeres

Opina sobre la IA

La actividad de programar se encuentra en una encrucijada: su propio producto, la inteligencia artificial, la podría sustituir. Sin embargo, para Romina Nájera, aunque la IA ayuda con algunas tareas sencillas, “estos modelos tienen que ser mejorados y supervisados por alguien porque no se crearon a sí mismos”.

Así, no solo ve el futuro de manera optimista, sino que espera más oportunidades para quienes desarrollen estas habilidades. “Cada vez se van abriendo más oportunidades desde la programación. No necesariamente se trata de programar desde cero, pero sí de entender todo a raíz“.

El código es una manera de practicar habilidades de las llamadas STEM: ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (por sus siglas en inglés). Históricamente ha habido una disparidad marcada entre hombres y mujeres en estas materias. Este tipo de competencias exclusivas para mujeres busca cerrar esa brecha.