

En México, miles de personas enfrentan mayores complicaciones para recuperar su saldo a favor en la declaración anual del Impuesto Sobre la Renta (ISR).
El motivo es que el Servicio de Administración Tributaria (SAT) implementó controles más estrictos que dificultan la autorización automática de las devoluciones, especialmente para quienes aplican deducciones personales.
A diferencia de años anteriores, cuando el proceso era más ágil para los contribuyentes cumplidores, ahora el SAT exige mayor validación documental. Esto provocó un incremento en el número de solicitudes rechazadas o detenidas por inconsistencias en los datos fiscales.
Ante este panorama, muchos contribuyentes se ven obligados a gestionar la devolución de forma manual, lo que implica más trámites, demoras y seguimiento.

Plataforma del SAT colapsa en fechas clave y complica devoluciones del ISR 2025
A las nuevas exigencias del SAT para la devolución del ISR en 2025 se sumó otro obstáculo: la saturación del sistema digital durante el cierre del periodo de declaraciones anuales.
Miles de personas físicas -quienes representan la mayoría del padrón de contribuyentes- reportaron fallas técnicas, lentitud y bloqueos a la hora de intentar ingresar en el portal del SAT.
La situación se agravó ante la falta de prórrogas oficiales, lo que obligó a muchos a realizar el trámite contrarreloj y con dificultades técnicas considerables.
El colapso de la plataforma en los momentos de mayor demanda no solo generó frustración generalizada, sino que también afectó directamente la posibilidad de recibir devoluciones automáticas.
Al no completarse correctamente el proceso digital, el sistema descartó múltiples solicitudes, obligando a los contribuyentes a iniciar procedimientos manuales más largos y complejos.
Devolución del ISR 2025: revisiones más rigurosas y demoras de hasta 20 días
La devolución automática del ISR dejó de ser un proceso ágil en 2025. Con los nuevos controles aplicados por el SAT, las autoridades fiscales ahora examinan con mayor detalle los datos precargados en la declaración anual y los cotejan con la documentación comprobatoria presentada por el contribuyente.
Si se detectan inconsistencias, omisiones o discrepancias, el trámite deja de ser automático y pasa a una revisión complementaria que puede extender el proceso hasta 20 días hábiles adicionales.
Aunque estas medidas buscan frenar fraudes fiscales y deducciones indebidas, también afectan a los contribuyentes que cumplen con sus obligaciones. El procedimiento ahora exige más documentación, tiempo y atención personalizada, ya sea por parte del propio contribuyente o de su contador.
Lo que antes era un trámite digital rápido se convirtió en un proceso más lento, burocrático y propenso a demoras, generando incertidumbre entre quienes esperaban recibir su saldo a favor sin contratiempos.
¿Cómo funcionaban las devoluciones automáticas del SAT antes de los nuevos controles?
Hasta hace poco, el proceso para recibir una devolución de impuestos del SAT era bastante sencillo. El contribuyente solo debía presentar su Declaración Anual dentro del plazo establecido y seleccionar la opción de "Devolución" si tenía saldo a favor. También era necesario registrar o confirmar una cuenta bancaria (CLABE) a su nombre.
Para que la devolución se realizara de forma automática, se debían cumplir algunos requisitos básicos:
Presentar la declaración en tiempo y forma.
Que el saldo a favor no superara los 150,000 pesos.
No tener adeudos fiscales con el SAT.
Que la información presentada coincidiera con la reportada por terceros, como empleadores o bancos.
Si todo estaba en regla, el SAT depositaba el dinero directamente en la cuenta CLABE registrada, generalmente en un plazo de 5 a 10 días hábiles, aunque el tiempo legal permitido era de hasta 40 días.
En cambio, si el saldo a favor era mayor a 150,000 pesos o si existían inconsistencias en la información, la devolución automática se rechazaba.
En ese caso, el contribuyente tenía que hacer una solicitud manual a través del Formato Electrónico de Devoluciones (FED). Si el SAT rechazaba el trámite, informaba el motivo y se podía corregir la situación o volver a presentar la solicitud.
En resumen, mientras se cumplieran los requisitos, el sistema permitía una devolución rápida y sin complicaciones.














