

Pese a que todos los años se conmemora el 19 de abril como el Día de San Expedito para orar en búsqueda de trabajo y mejores oportunidades, este no es el patrón de los trabajadoresy quien bendice las labores diarias.
Lejos de la creencia popular, San Expedito es el santo de las causas justas y urgentes, es por eso que se lo relaciona a la búsqueda impetuosa de empleo. Sin embargo, si estás en camino de mejoras tus condiciones laborales, o encontrar un empleo, deberás rezarle a San José, el verdadero Santo del Trabajo.
Es el esposo de la Virgen María y el padre de Jesús en la Tierra. En la Biblia cristiana, San José es retratado como un hombre justo y bueno. Su oficio de carpintero le atribuyó las cualidades de trabajador, habilidoso y dedicado.
El rol de San José es considerado como ejemplar por su compromiso con su oficio y la responsabilidad para proveer a su familia. Es visto como un modelo a seguir en el trabajo.
Cómo invocar la protección de San José
San José es considerado un intercesor ante Dios frente asuntos laborales, así como en la búsqueda de empleo u obtener éxito en las tareas diarias. Muchos creyentes acuden a él en búsqueda de protección y orientación.

Para invocar su figura y orar por protección, acompañamiento y apoyo en momentos de trabajo difíciles, puedes rezar esta oración y encomendar tus deseos, familiares o amigos:
San José,
casto esposo de la Virgen María;
intercede para obtenerme
el don de la pureza
Tú que a pesar de tus inseguridades personales,
supiste aceptar dócilmente el Plan de Dios tan pronto supiste de él,
ayúdame a tener esa misma actitud para responder
siempre y en todo lugar a lo que el Señor me pida.
Varón prudente, que no te apegas a las seguridades humanas,
sino que siempre estuviste abierto a responder a lo inesperado,
obtenme el auxilio del divino Espíritu para que viva yo también
en prudente desasimiento de las seguridades terrenales.
Modelo de celo, de trabajo constante, de fidelidad silenciosa, de paternal solicitud,
obténme esas bendiciones para que pueda crecer cada día más en ellas
y así asemejarme, día a día, al modelo de la plena humanidad:
el Señor Jesús.
Amén















