

Las varices son un problema de salud común en México, causado por el mal funcionamiento de las válvulas venosas que genera acumulación de sangre, inflamación y venas visibles en tonos morados o azules.
Además del dolor, la pesadez y la hinchazón en piernas y tobillos, esta condición puede afectar la calidad de vida de quienes la padecen.
Entre los tratamientos naturales más destacados se encuentra el cuachalalate, un árbol originario del sur de México, conocido por sus propiedades medicinales y su efectividad para mejorar la circulación sanguínea.

Cómo el cuachalalate ayuda a tratar las varices
El cuachalalate (Amphipterygium Adstringens) se utiliza en la medicina tradicional para favorecer la circulación y prevenir la aparición de nuevas varices.
Su corteza se hierve en agua para preparar infusiones que, según estudios y tradición popular, ayudan a fortalecer las paredes de las venas, reducir la inflamación y aliviar la sensación de pesadez en piernas y tobillos. Esta
alternativa natural resulta económica y accesible para quienes buscan complementar tratamientos convencionales.
Beneficios adicionales para la salud
Además de su uso en problemas circulatorios, el cuachalalate ofrece múltiples beneficios. Se emplea en el tratamiento de úlceras gástricas, infecciones renales y hepáticas, y como enjuague bucal. También tiene aplicaciones dermatológicas: la corteza pulverizada se utiliza como ungüento para heridas y lesiones cutáneas, mientras que la goma blanca combate granos y abscesos.
Cómo usar el cuachalalate para varices y circulación
Para aprovechar sus propiedades, se recomienda hervir la corteza del cuachalalate en agua durante varios minutos y consumir la infusión, generalmente una o dos veces al día. También puede aplicarse de manera tópica: la corteza pulverizada sirve como ungüento sobre las zonas afectadas, mientras que la decocción puede usarse como lavado para aliviar inflamación y molestias.















