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La Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio, más conocida como NASA, ha registrado recientemente la explosión de energía solar más fuerte desde 2017. Según han informado, este episodio podría destruir a los satélites y a los GPS.

La nave de la agencia especial de USA detectó llamaradas que dirigía el Sol hacia la Tierra, por lo que se ha lanzado una advertencia sobre un posible apagón mundial.

En detalle, radios, celulares y satélites podrían verse afectados por la tormenta solar.

La advertencia de la NASA sobre los efectos de la última explosión solar

"Las llamaradas solares son poderosas explosiones de energía. Las llamaradas y erupciones solares pueden afectar las comunicaciones por radio, las redes eléctricas, las señales de navegación y suponer riesgos para las naves espaciales y los astronautas", ha compartido la NASA a través de un comunicado.

Según han indicado, este evento natural clasificado como bengala X5.0 denota las llamaradas y las fuerzas más intensas del mundo.

En este caso, la erupción solar ha alcanzado su punto máximo, creando un espectáculo impresionante para el Observatorio Dinámico Solar de la NASA.¿Cómo impactará en la Tierra la explosión so

¿Cómo impactará la explosión de energía solar en la Tierra?

Si bien la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) ha asegurado que la población no debe temer, ya que no se esperan grandes consecuencias. Por el momento, únicamente se ha advertido por una interrupción en las señales de radio de alta frecuencia.

Por su parte, el Centro de Predicción del Clima Espacial (SWPC) de la NOAA predijo que el planeta podría experimentar una tormenta geomagnética menor, una perturbación temporal en la magnetosfera a causa de una onda de choque del viento solar.

Alerta de la NASA por un posible impacto en la Tierra

El organismo predice que una eyección de masa coronal rozará la Tierra próximamente. En detalle, esta expulsa miles de millones de toneladas del material que tiene la superficie del Sol, el cual está compuesto por plasma y campos magnéticos.

Estas erupciones tienen el potencial de desencadenar un clima espacial que puede interferir con los satélites y las redes eléctricas, lo cual puede ser perjudicial para los astronautas que se encuentran fuera de órbita.