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Por primera vez en la historia, la ciencia logró capturar una imagen clara de la red cósmica que conecta las galaxias, ese entramado invisible que durante décadas solo se había teorizado.

Este hallazgo se trata de la prueba visual de que ninguna galaxia, ni siquiera la nuestra, está aislada en la inmensidad del universo.

La telaraña del cosmos: por primera vez, la red que une las galaxias se muestra ante nuestros ojos. Fuente: Shutterstock.
La telaraña del cosmos: por primera vez, la red que une las galaxias se muestra ante nuestros ojos. Fuente: Shutterstock.

Así es la "telaraña secreta" que conecta el universo

Durante décadas, los cosmólogos habían teorizado sobre la existencia de esta red cósmica: una estructura filamentosa compuesta principalmente por materia oscura y gas intergaláctico que actúa como el andamiaje invisible sobre el cual se construye todo lo que podemos ver en el universo. Pero teorizar y ver son dos cosas completamente diferentes.

El equipo internacional liderado por Davide Tornotti de la Universidad de Milán-Bicocca logró lo que parecía imposible utilizando el espectrógrafo MUSE del Very Large Telescope del Observatorio Europeo Austral en Chile.

Tras cientos de horas de observación, capturaron la imagen más nítida jamás obtenida de un filamento cósmico que se extiende a lo largo de tres millones de años luz, conectando dos galaxias activas que albergan agujeros negros supermasivos en sus núcleos.

Este descubrimiento, publicado en Nature Astronomy, nos permite por primera vez distinguir los límites precisos entre el gas contenido dentro de las galaxias y el material que fluye por la red cósmica.

De la teoría a la imagen: científicos capturan por primera vez un filamento de la red cósmica que une galaxias. Fuente: Alejandro Benitez-Llambay/Universität Mailand-Bicocca/MPA
De la teoría a la imagen: científicos capturan por primera vez un filamento de la red cósmica que une galaxias. Fuente: Alejandro Benitez-Llambay/Universität Mailand-Bicocca/MPA

Los ríos invisibles que alimentan las galaxias

Lo más fascinante de este hallazgo es que confirma una realidad inquietante: las galaxias no son islas independientes flotando en el vacío, sino organismos conectados que se alimentan constantemente del gasque fluye por estos filamentos cósmicos.

El gas intergaláctico que fluye por estos filamentos es el combustible que permite la formación de nuevas estrellas. Sin estos ríos cósmicos invisibles, las galaxias se agotarían rápidamente y morirían.

La red cósmica no es solo una estructura pasiva: es un sistema circulatorio activo que mantiene vivo el universo, bombeando materia prima desde las regiones menos densas hacia los núcleos galácticos donde nacen las estrellas.

Este filamento específico que los investigadores lograron fotografiar nos muestra el universo cuando tenía apenas 2.000 millones de años, una época en la que estas estructuras estaban en pleno proceso de formación.

Cuando la teoría se encuentra con la realidad

Uno de los aspectos más emocionantes de este descubrimiento es cómo las observaciones coinciden extraordinariamente bien con las simulaciones por supercomputadora realizadas en el Instituto Max Planck de Astrofísica. Durante años, los científicos usaron estos modelos computacionales para predecir cómo debería verse la red cósmica, pero hasta ahora no habían podido confirmarlo directamente.

"Al comparar la imagen de alta definición del filamento con nuestras simulaciones, encontramos una coincidencia sustancial entre teoría y observación", explicó Tornotti.

Las simulaciones muestran que la materia oscura, esa misteriosa sustancia que constituye aproximadamente el 85% de toda la materia del universo, forma elesqueleto invisible de esta red. Bajo su influencia gravitatoria, el gas ordinario fluye por estos filamentos como sangre por las venas, concentrándose en las intersecciones donde nacen las galaxias más brillantes.