

La figura del rey Eduardo VIII es recordada principalmente por su resonante abdicación al trono británico en 1936 para unirse en matrimonio con la socialité estadounidense Wallis Simpson. Sin embargo, un nuevo documental desentierra lo que expertos califican como un "verdadero escándalo".
De acuerdo a recientes descubrimientos históricos, el duque de Windsor tenía presuntos vínculos con el régimen nazi durante la Segunda Guerra Mundial. Los archivos también demuestran el posterior encubrimiento por parte del gobierno británico.
El documental "Edward VIII: Britain's Traitor King" revela documentos y testimonios que sugieren que las interacciones del duque con la cúpula nazi fueron mucho más allá de lo superficial, planteando serias dudas sobre su lealtad a la Corona y a su nación en tiempos de guerra.
¿La corona británica colaboró con Hitler en la Segunda Guerra Mundial?
Según Anna Pasternak, autora de "The American Duchess: The Real Wallis Simpson", la motivación detrás de la conducta del duque podría radicar en un profundo sentimiento de rechazo. "La motivación de Eduardo fue una sensación de rechazo por parte de Inglaterra. Creo que nunca lo superó", afirma Pasternak en el documental.

El exilio de Gran Bretaña, sumado a la rabia y los malentendidos, habría moldeado un comportamiento "completamente egoísta" en el duque. "Como muchos de los documentos podrían sugerir, el duque estaba terriblemente abierto a Alemania y a lo que sentía que los alemanes podían ofrecerle", añade.
El polémico vínculo se hizo evidente en 1937, cuando el duque y la duquesa de Windsor realizaron una gira por Alemania, en un momento en que el régimen nazi ya tenía un control absoluto del país.
"Esto sería en todo el mundo: fotografías de Wallis y Edward con Hitler", señala la historiadora Jane Ridley, destacando el "sumamente vergonzoso e inaceptable" impacto de estas imágenes para la familia real.
La prueba del vínculo entre el rey Eduardo VIII y Hitler
Meses después, en octubre de ese mismo año, el duque de Windsor dirigió una carta de agradecimiento directamente a Adolf Hitler, tras compartir tiempo con él en su retiro en Obersalzberg. Andrew Lownie, autor de "Traitor King: The Scandalous Exile of the Duke & Duchess of Windsor", revela la traducción del mensaje: "Al Führer y al [Canciller], la Duquesa de Windsor y yo nos gustaría agradecerles sinceramente. Nuestro viaje por Alemania nos ha causado una gran impresión. Muchas gracias a ustedes por el maravilloso tiempo que pasamos con ustedes en el Obersalzberg".
Para Lownie, esta correspondencia es una de las pruebas más sensibles de su investigación y una clara "indicación de lo cerca que estaba el duque de Hitler". La cercanía del duque con el régimen nazi no se limitó a encuentros y correspondencia, sino que en mayo de 1939, al borde de la Segunda Guerra Mundial, Eduardo grabó un mensaje dirigido al público británico desde su oficina en Francia, un discurso que la BBC se negó a transmitir, archivándolo con la nota: "IMPORTANTE: No se transmitirá".
Según A.N. Wilson, autor de "Hitler: A Short Biography", en este discurso, el duque expresaba que "Gran Bretaña debería hacer todo lo que estuviera a su alcance para llegar a un acuerdo con la Alemania nazi".
La magnitud de los supuestos tratos salió a la luz al final de la guerra, cuando los Aliados descubrieron los archivos de Marburgo, un tesoro de documentos alemanes que incluían aproximadamente 60 documentos con correspondencia entre agentes vinculados al duque de Windsor y la Alemania nazi. Estos archivos, que supuestamente iban a ser destruidos, ofrecieron un relato diario de la implicación del duque con el régimen, según Lownie.














