El secreto de la estrella que desafió a la muerte: brilló más de 6 meses y los científicos ahora saben por qué
Los científicos descubrieron que la "estrella zombi" observada en 1181, un evento astronómico conocido como SN 1181, no fue una supernova típica como se pensaba inicialmente.
Más de 800 años después, los astrónomos lograron identificar el origen de la "estrella zombi" que brilló en el cielo durante 6 meses en 1181, un fenómeno astronómico conocido como SN 1181 que hasta el momento no tenía explicación.
Muchos expertos especularon sobre su origen, pero la falta de un remanente claro hacía difícil confirmar su verdadera naturaleza. Sin embargo, un reciente artículo parece haber arrojado nueva luz sobre este misterio.
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La misteriosa "estrella zombi" que iluminó el cielo por 6 meses en 1181
Uno de los fenómenos astronómicos más desconcertantes para los expertos es el misterio de la "estrella zombi", un evento que tuvo lugar en el cielo nocturno del año 1181.
En aquel entonces, astrónomos chinos y japoneses registraron la aparición de un extraño fenómeno celeste que brilló intensamente durante nada menos que seis meses.
Esta misteriosa luz que surgió y luego desapareció sin dejar rastro fue objeto de diferentes hipótesis a lo largo de los siglos, pero su verdadero origen permanecía sin resolver.
Recientemente, los científicos descubrieron nuevos detalles que podrían arrojar luz sobre este misterio.
El artículo que pone fin a siglos de misterio
En un artículo publicado en octubre de 2024, un equipo de científicos reveló nuevos datos sobre el remanente de supernova tipo Iax conocido como Pa 30.
Según sus hallazgos, Pa 30 podría ser un objeto único, resultado de una explosión fallida en una enana blanca. En lugar de una explosión completa, la estrella sobrevivió parcialmente, liberando vientos ultra-rápidos dominados por oxígeno.
Este descubrimiento sugiere que Pa 30 podría estar relacionado con el origen de la famosa "estrella zombi" observada en 1181, un fenómeno que hasta ahora había sido un misterio.
En el centro de la nebulosa Pa 30, también conocida como la "nebulosa diente de león" debido a su distintiva forma, se encuentra la Estrella de Parker, una enana blanca que desafía las expectativas sobre las explosiones estelares.
Esta estrella, nombrada en honor al astrónomo Quentin Parker, es el núcleo sobreviviente de la supernova SN 1181.
La estrella que no debería existir: el caso de Pa 30
Esta estructura, que se destaca por sus filamentos radiales y una estrella central extremadamente caliente, ofrece elementos que la hacen diferente de otros remanentes estelares.
En el centro de Pa 30 se encuentra la "Estrella de Parker", una enana blanca que desafía las expectativas.
Con una temperatura que alcanza los 200,000 Kelvin, la "Estrella de Parker" genera poderosos vientos estelares que viajan a más de 15,000 kilómetros por segundo.
No obstante, lo que verdaderamente distingue a Pa 30 es la completa ausencia de hidrógeno y helio en los filamentos circundantes, un descubrimiento clave que despertó gran interés entre los astrónomos.
Esta anomalía impulsó a los investigadores a formular una hipótesis. Pa 30 podría ser el producto de una detonación termonuclear incompleta en una enana blanca situada cerca del límite de masa de Chandrasekhar, el umbral crítico que define la transición hacia la inestabilidad termonuclear y la posterior implosión de la estrella.
De acuerdo con esta teoría, el remanente Pa 30 podría originarse a partir de una supernova de tipo Iax, un subtipo extremadamente raro que se distingue por su menor luminosidad y una expansión más gradual en comparación con las supernovas tradicionales.
Este patrón sugiere una explosión de menor energía, con una liberación de material estelar más restringida y una dinámica de dispersión significativamente más lenta.
En cuanto a su identificación histórica, el análisis de Pa 30 confirma que cumple con las condiciones necesarias para ser vinculado con la supernova observada en el año 1181.
La coincidencia en la edad del remanente, calculada a partir de sus características espectroscópicas y la radiación remanente, junto con su ubicación precisa en el cielo, refuerzan la hipótesis de que Pa 30 es el remanente de esa explosión estelar documentada.
Evidencia de una explosión de supernova asimétrica y la supervivencia de una enana blanca
Las observaciones recientes de Pa 30 demostraron una asimetría en la distribución de los filamentos de la nebulosa a través de la línea de visión, lo que sugiere que la explosión que originó este remanente fue altamente irregular.
Además, se identificó un flujo de material más intenso en los filamentos desplazados hacia el rojo, aquellos situados a mayores distancias de la estrella central, mientras que los filamentos desplazados hacia el azul, más cercanos, muestran una menor intensidad.
Esta diferencia en la distribución del flujo de material indica una expansión no homogénea, lo que podría estar relacionado con la dinámica asimétrica de la explosión de la enana blanca que dio origen a la supernova de tipo Iax.
Es posible que esta expansión irregular esté vinculada a la interacción entre el núcleo de la enana blanca y el material circundante antes de la explosión, lo que resultó en una liberación de energía más desordenada.