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Alan Turing fue una de las figuras más influyentes del siglo XX, reconocido no solo por sus contribuciones fundamentales en matemáticas, lógica e informática, sino también por su papel decisivo durante la Segunda Guerra Mundial.

Su trabajo no solo ayudó a cambiar el curso de la historia, sino que también sentó las bases conceptuales para el desarrollo de la Inteligencia Artificial (IA) y la informática moderna.

El científico que descifró códigos y salvó millones de vidas

Durante la Segunda Guerra Mundial, se desempeñó en Bletchley Park, el centro de inteligencia británico encargado de descifrar los códigos nazis. Su mayor logro fue contribuir al desarrollo de la máquina para descifrar Enigma, el sistema de cifrado utilizado por Alemania.

Gracias a sus innovaciones, los Aliados pudieron anticipar los movimientos del enemigo, acortando la guerra y salvando millones de vidas. Sin exagerar, su trabajo fue un factor decisivo que cambió el rumbo de la historia moderna.

De la guerra a la informática: anticipando la Inteligencia Artificial

Aunque no creó la Inteligencia Artificial, fue un visionario que sentó sus bases conceptuales. En 1950, publicó el ensayo Computing Machinery and Intelligence, en el cual planteó la pregunta: "¿Pueden pensar las máquinas?".

En lugar de definir qué significa "pensar" de manera humana, propuso una idea más práctica:

Si una máquina puede interactuar con un ser humano de tal forma que este no pueda distinguir si está conversando con una persona o con una máquina, entonces puede considerarse que la máquina "piensa".

Qué es el Test de Turing

El Test de Turing es una evaluación diseñada para determinar si una máquina puede exhibir un comportamiento inteligente equivalente al humano.

En la prueba, un interrogador humano se comunica mediante texto con dos participantes: una máquina y un ser humano. Si el interrogador no puede identificar cuál es la máquina, esta supera el test.

Este planteamiento no solo buscaba explorar la inteligencia de las máquinas, sino también anticipar los desafíos éticos y de seguridad que la IA podría generar en el futuro.

Profecías cumplidas: deep fakes, fake news y los riesgos de la IA

Alan Turing predijo que las máquinas podrían engañar a los humanos con facilidad, planteando nuevos desafíos sobre la manipulación y la percepción de la realidad.

Hoy, ejemplos como los deep fakes y las fake news ilustran estas preocupaciones: tecnologías capaces de distorsionar información y generar impactos políticos, económicos y sociales.

Estos fenómenos muestran que, al igual que en su tiempo salvó al mundo de la guerra gracias a su ingenio, nos legó herramientas conceptuales para enfrentar los retos tecnológicos del presente y del futuro.