

Según los sondeos de boca de urna, las elecciones parlamentarias en Israel finalizaron en un empate técnico entre la coalición Campo Sionista, que llevó como candidato a primer ministro al laborista Isaac Herzog y el Partido Likud, que intenta la reelección de Benjamín Netanyahu.
Dos de la tres encuestas provisorias difundidas por los canales de televisión israelí señalaron que ambos espacios obtuvieron 27 escaños, la restante le dio el triunfo al partido del actual premier por 28 a 27. Sin embargo, ambos quedaron lejos de conformar el quórum propio de 61 bancas en el Congreso que les asegure la jefatura de Estado.
A pesar de que los resultados oficiales se esperaban para esta mañana, los candidatos comenzaron ya anoche a explorar posibles alianzas que les permitan la conformación del nuevo gobierno.
El ex ministro israelí de Exteriores y número 6 en la lista del partido derechista Likud, Shilvam Shalom, afirmó que el primer ministro Netanyahu, podría formar Gobierno con el apoyo de 63 o 64 diputados. "Estamos trabajando para formar una nueva coalición en los próximos días, una coalición fuerte, capaz de manejar todos los asuntos fuertes", apuntó.
Netanyahu calificó las elecciones de "gran victoria para el Likud" y para "el campo nacional" en un post que ha colgado en su página de Facebook, tras publicarse los resultados de los sondeos
El tercero en discordia fue la agrupación Lista rabe Común que logró entre 12 y 13 escaños. El cuarto fue Yesh Atid, del ex ministro de Finanzas Yari Lapid, con entre 11 y 12 diputados.
La gran derrotada fue la formación política Hogar Judío, de Naftalí Bennet, que solo obtuvo entre 8 y 9 diputados, por debajo incluso del partido de centroderecha Kulanu, que con 10 escaños se convierte en el fiel de la balanza para la formación de gobierno.
Luego se encuentran los partidos ultraortodoxos Judaísmo Unido de la Torá y Shas, con entre 6 y 7 escaños cada uno; el frente pacifista Meretz, con 5 y la formación ultranacionalista Israel Beitenu, con 5.













