

Este martes miles de mujeres en Islandia se sumaron a una huelga general, la primera en 48 años, para reclamar contra la brecha salarial de género.La jornada de movilización se dio en todo el país, e incluso se plegó la primera ministra y varias integrantes de su gabinete.
En Reikiavik, la capital, la manifestación principal comenzó al mediodía, pero desde la mañana hubo marchas en diferentes puntos de la ciudad y del país, según reportaron medios locales.
"Con esto me solidarizo con las mujeres islandesas", dijo la premier Katrín Jakobsdóttir ante la prensa, según informó Euronews.
La histórica protesta de las mujeres en Islandia

En una jornada histórica de reclamos, las mujeres y la comunidad LGBTI+ decidieron salir a la calle también en la isla de Hrísey para exigir igualdad y respeto. Allí, además de Jakobsdottir; se sumaron la ministra de Justicia, Gudrun Hafsteinsdottir; y la de Cultura, Lilja Alfredsdottir.
Ante la movilización, el presidente, Guoni Thorlacius Johannesson, expresó que el "activismo de las mujeres sigue cambiando la sociedad para mejor" y recordó, a través de sus redes, la gran marcha que tuvo lugar en el país en 1975. Esa movilización propició queVigdis Finnbogadottir fuera elegida presidenta en 1980, para convertirse en la primera jefa de Estado de la historia.
La movilización buscó centrar la atención en la desigualdad salarial sistemática y reclamar por la erradicación de toda violencia de género.
A pesar de ser considerado un país líder en lo que respecta a igualdad de derechos, en algunas profesiones las mujeres islandesas reciben salarios un 21% inferiores que los de los varones, mientras que se estima que un 40% de las mujeres es víctima de violencia machista.
¿Qué es la brecha de género?

La brecha salarial es la diferencia existente en la remuneración percibida por género a igual trabajo. Estadísticamente, en la Argentina se comprobó que en general las mujeres ganan un porcentaje menor que los hombres por el mismo trabajo, cargo o función.
Esta situación se vivencia en todo el mundo, incluso en los países con avances significativos en materia de derechos, como Islandia.
Esta disparidad, incluso, se da por motivos que muchas veces exceden al ámbito laboral, pero influyen en la percepción del salario, y hace que las trabajadoras se posicionen en desventaja.

Además, de acuerdo con la definición del Observatorio de Políticas de Género de la Sindicatura General de la Nación, "la cantidad de horas dedicadas al trabajo, la distribución desigual de las tareasde cuidado y del hogar en la dinámica familiar", junto con la "calificación de las tareas consideradas más 'femeninas' o más 'masculinas', el presentismo, el uso de las licencias por responsabilidades de cuidado", entre otros puntos, impactan en la remuneración final de cada trabajadora y son parte de los indicadores de desigualdad entre varones y mujeres en el marco laboral.













