El presidente venezolano, Nicolás Maduro, hizo ayer una "escala técnica" en Moscú, donde se reunió con el vicecanciller de ese país, Sergey Alexeevich Ryabkov, antes de comenzar su visita a China en busca de apoyo ante la caída del petróleo y la delicada situación económica del país, en una gira que también lo llevará a Arabia Saudita, Irán y Argelia, Estados miembros de la OPEP.

Antes de su partida el mandatario anunció la creación de un Fondo Estratégico de Reservas en moneda local con 100.000 millones de bolívares, nombró una nueva directiva para el ente que administra las divisas en el control de cambio y creó nuevos organismos para el control de la distribución de los productos básicos.

El precio del petróleo venezolano cayó más de 50% desde junio de 2014 (ayer cotizó a u$s 47 el barril). Esto reduce drásticamente los ingresos de Venezuela, que obtiene 96% de sus divisas de las exportaciones petroleras.

"Voy a una gira puntual a la República Popular China invitado por el presidente chino, Xi Jinping, para trabajar proyectos diversos de carácter económico, financiero, energético, tecnológico, educativo, para el desarrollo integral", informó Maduro desde el palacio presidencial de Miraflores en una cadena de radio y TV.

"Voy a una gira muy importante (...) para enfrentar los nuevos proyectos en las circunstancias que tiene nuestra patria, de merma de los ingresos producto de la caída estrepitosa de los precios petroleros", agregó.

China ya acordó otorgarle a Venezuela préstamos a largo plazo por u$s 42.000 millones.
Maduro también participará en la cumbre China-Celac, prevista para el 8 y 9 de enero.
Luego, tiene previsto visitar "varios países de la OPEP para seguir haciendo esfuerzos al más alto nivel para una estrategia de recuperación" de los precios del petróleo.

La economía venezolana, actualmente en recesión, ya llevaba dos trimestres de contracción. A ello se suma el auge inflacionario, y la escasez de uno de cada cuatro productos básicos.