

Con el nombre de “Jornada Global por Ayotzinapa”, los familiares y compañeros de los 43 estudiantes mexicanos desaparecidos marcharon hoy hacia la capital de México, e hicieron un llamado para convertir su reclamo en un pedido internacional para esclarecer lo sucedido con los jóvenes.
La convocatoria fue realizada para hoy porque tres caravanas de los familiares que recorrieron todo el país arribaron hoy al Distrito Federal, en donde está previsto que se realice un acto al anochecer en el Zócalo, la plaza central de la ciudad, en la que se encuentra la Catedral y el Palacio Nacional.
El Gobierno mexicano ordenó un amplio dispositivo de seguridad, que contempla la asignación de 5.000 miembros de la Policía Federal y de la Secretaría de Seguridad Pública. El operativo contempló mantener acordonado el Palacio de Gobierno, la sede del Ejecutivo Nacional, actualmente a cargo de Enrique Peña Nieto.
Por su parte, el presidente encabezó la ceremonia por el 104 aniversario del inicio de la Revolución Mexicana, con la entrega de ascensos y condecoraciones a miembros de las fuerzas armadas en el Campo de Marte, detrás de la casa presidencial de Los Pinos, después de suspender el tradicional desfile en el Zócalo para no confrontar con la masiva protesta social que llegará a esa plaza, la principal del país, desde las 19 horas (las 22 de Argentina).
“Los mexicanos decimos no a la violencia”, dijo Peña Nieto en la conmemoración del aniversario del inicio de la Revolución Mexicana del 20 de noviembre de 1910, citado por la agencia DPA, como advertencia frente a la masiva jornada de protesta que hoy vivirá este país.
La marcha, que saldrá del Ángel de la Independencia, el Monumento a la Revolución y la Plaza de las Tres Culturas, es la cuarta jornada global de movilizaciones para exigir el regreso a casa de los 43 jóvenes secuestrados y desaparecidos el 26 de septiembre tras una serie de ataques a tiros ordenados por el entonces alcalde de Iguala, José Luis Abarca, ahora detenido, ejecutada por la policía y narcotraficantes en los que murieron seis personas y otras 25 resultaron heridas.
Según la investigación oficial, los 43 jóvenes fueron detenidos por policías locales y entregados al cártel Guerreros Unidos, que se encargó de asesinarlos e incinerarlos para no dejar rastros Los restos hallados son analizados en un laboratorio de Austria para confirmar si se trata de los estudiantes, pero los padres y compañeros de los desaparecidos han dicho que no creerán la versión de su muerte hasta que no tengan pruebas científicas avaladas por los Equipos Argentinos de Antropología Forense (EAAF), quienes ya emitieron un comunicado en el que negaron que las versiones del Procurador General de México sean confiables.
FUENTE: Agencias













