

El flujo de dólares en Brasil fue negativo en 2016. Las salidas de divisas superaron las entradas en u$s 4.252 millones, una fuga que reflejó la recesión del país, informó el Banco Central, pese a que el saldo de la cuenta comercial fue positivo y que la inversión extranjera directa aumentó.
El resultado del flujo cambiario el año pasado contrastó con el de 2015, cuando las entradas superaron las salidas en u$s 9.414 millones.
De acuerdo con el Banco Central, la fuga fue provocada principalmente por los inversores en la bolsa y en aplicaciones financieras, que buscaron destinos más rentables.
En la cuenta financiera (inversiones en títulos, remesas y dividendos e inversión extranjera directa) las salidas de dólares en Brasil superaron las entradas en u$s 51.562 millones.
El capital extranjero dejó clara su preocupación en Brasil no solo por la grave recesión, que en 2016 llegó a su segundo año, sino también por la incertidumbre con la destitución definitiva de la presidenta Rousseff.
La economía brasileña se contrajo un 3,8% en 2015, cuando registró su peor resultado en 25 años, y, según las últimas proyecciones, se encogió otro 3,5 % en 2016.












