

El Vaticano advirtió hoy a los obispos de todo el mundo que deben convertir en prioridad terminar con los abusos sexuales a niños por parte de sacerdotes.
La Iglesia Católica comunicó a los obispos en una carta que deben cooperar con las autoridades civiles para poner fin a los abusos que han dañado la imagen de la institución en todo el mundo.
“Esto dirá al mundo que hablamos en serio. Queremos ser un ejemplo de prevención y cuidado”, dijo un funcionario de la Santa Sede, que habló bajo condición de anonimato.
La carta está destinada a ayudar a cada diócesis a redactar sus propias guías estrictas, basadas en una aproximación global pero en línea con la legislación local. Esas normas deben enviarse en el plazo de un año al Vaticano para ser revisadas.
“La responsabilidad de abordar los delitos de abusos sexuales a menores por parte de los clérigos recae en primer lugar en el obispo diocesano”, según la carta.
La misiva incorpora las revisiones rápidas recogidas el año pasado en la legislación de la Iglesia sobre abusos sexuales, que redoblaron las acciones disciplinarias contra los sacerdotes y extendieron el uso de procedimientos rápidos para expulsarlos de la Iglesia.
El Vaticano lleva años tratando de controlar el daño que le han hecho los escándalos sexuales en Estados Unidos y en varios países europeos, entre ellos la Alemania natal del pontífice.












