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Los ministros de Asuntos Exteriores del Grupo de los Siete (G7) se comprometieron hoy a trabajar con la industria para ampliar la producción de vacunas asequibles contra el coronavirus pero no pidieron que, para ello, las empresas farmacéuticas renuncien a sus derechos de propiedad intelectual.
El G7, conformado por Estados Unidos, Japón, Alemania, Reino Unido, Francia, Italia y Canadá,fue fundado en 1975 como un foro para que las naciones más ricas de Occidente debatieran sobre crisis como el embargo petrolero de la OPEP.
Esta semana, sus cancilleres se reunieron en Londres para una cumbre en la que abordaron lo que evalúan como las principales amenazas actuales: la pandemia, Chinay Rusia.
"Nos comprometemos a trabajar con la industria para facilitar la ampliación de la fabricación a escala de vacunas, terapias y diagnósticos asequibles contra el Covid-19 y sus componentes", fue la máxima promesa de ministros en este sentido.
críticas a China y Rusia, pero sin sanciones
Los cancilleres no se limitaron a limitar el status quo con las farmacéuticas.Criticaron a China y Rusia por sus amenazas, acoso y abusos de derechos humanos, calificando al Kremlin de malicioso y a Beijing de acosador.
Pero más allá de las palabras, hubo pocas medidas concretas, aparte de expresar su apoyo a Taiwán y Ucrania, señaló Reuters.
En un comunicado, los ministros de Asuntos Exteriores del G7 expresaron que Rusia intenta socavar las democracias y amena a Ucrania, mientras que China es culpable de abusos de los derechos humanos y de utilizar su influencia económica para intimidar a otros.