

El presidente de Ecuador, Rafael Correa, buscaba hoy un nuevo mandato, en una elección a la que llega como favorito para extender su "revolución ciudadana" en el país petrolero sudamericano.
En una nublada mañana en Quito, los votantes acudían a los centros electorales para ejercer su sufragio, que es obligatorio para todas las personas entre los 18 y los 65 años de edad.
Luego de votar en una escuela de la capital, Correa pidió a los ecuatorianos que acudieran a las urnas. "El ciudadano tiene en sus manos su futuro, así que a ejercer el derecho al voto con absoluta responsabilidad", dijo a periodistas.
Las últimas encuestas mostraban que Correa encabezaba las intenciones de voto con más de 35 puntos de ventaja sobre su más cercano rival.
La elección es vista como un referendo sobre la popularidad del único mandatario en haber terminado un período presidencial en Ecuador en los últimos 20 años, en un país repetidamente golpeado por crisis económicas y políticas. Durante su primer mandato, el presidente ha llevado a cambo profundas políticas estatistas las cuales se prevé que se repitan en su segundo mandato.
El presidente quiere además ganar la mayoría en la Asamblea Nacional de 137 escaños, que perdió luego de que antiguos aliados se pasaron a la oposición. Eso le permitiría aprobar con facilidad nuevas reformas para consolidar su agenda socialista.
Y aunque las encuestas apuntan a que podría arrasar con más de 60 por ciento de los votos luego de reformas energéticas y muy publicitados trabajos de infraestructura, partidarios que lo acompañaron al cierre de su campaña el jueves en la montañosa capital, Quito, no dejaron de recordar lo que falta por hacer.
"La obra de cemento ya se hizo, ahora falta la obra tecnológica", dijo Andrés Zambrano, de 25 años, quien viajó por horas con un grupo de amigos desde la costeña provincia de Guayas hasta la capital para celebrar el cierre de la campaña.
El rol opositor
El principal contendor de Correa ha sido el conservador Guillermo Lasso, un ex banquero que agrupa al voto de rechazo de algunos sectores descontentos con el presidente.
Pero los sondeos le dan una intención de voto de alrededor del 15 por ciento.
En su cierre de campaña en la portuaria ciudad de Guayaquil, Lasso reiteró sus promesas de reducir miles de millones de dólares en impuestos.
A la vez dijo que Correa tendrá que explicar "que el actual modelo de desarrollo depende de los altos precios de un petróleo hipotecado a la China para recibir préstamos que se gastan hoy hipotecando además el futuro de los niños y jóvenes".
Algunos proyectos de infraestructura en el país, como plantas hidroeléctricas, han sido llevados a cabo con financiamiento de países como Rusia y China.
Una victoria de Correa ayudaría a afianzar el liderazgo de jefes de Estado socialistas en la región, como Dilma Rousseff en Brasil, Evo Morales en Bolivia y José Mujica en Uruguay, ante la ausencia del venezolano Hugo Chávez, quien está hospitalizado en Cuba desde hace más de dos meses luchando contra el cáncer.
"Hace falta que se siga consolidando la revolución en América Latina y particularmente en el Ecuador", dijo el canciller ecuatoriano, Ricardo Patiño, el viernes a la televisora regional Telesur.













