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El Banco Central de Cuba puso en funcionamiento una suerte de "corralito" en los bancos de la isla, y prohibió a las empresas estatales y privadas el uso de cajeros automáticos, como así también limitó las transacciones en efectivo entre ellos. El gobierno de Miguel Díaz-Canel busca así controlar la inflación galopante y los negocios fuera de los libros contables en medio de una grave crisis económica.

La normativa, que entró en vigor el jueves y que también limita las transacciones en efectivo a 5.000 pesos (moneda nacional), "se implementará gradualmente durante seis meses", dijeron medios oficiales según la agencia Reuters.

El Gobierno cubano fijó el dólar a 24 pesos y para empresas selectas, turistas y residentes a 120 pesos (tasa oficial), aunque tiene poco para cambiar. El dólar cotiza actualmente a 230 pesos en el mercado informal.

Las autoridades comunistas buscan frenar la inflación que el gobierno cifra en 45% en lo que va del año y controlar la devaluación del peso tomando una serie de medidas para impulsar la "bancarización" en el país y fomentar el uso de "pagos electrónicos", dijo un comunicado difundido en medios oficiales.

Los precios aumentaron un 39% el año pasado y más del 70% en 2021, según el Gobierno, cifras que, según muchos economistas, subestiman la tasa, ya que no representan adecuadamente un mercado informal en expansión.

El ministro de Economía, Alejandro Gil, dijo a fines del mes pasado que el Producto Interno Bruto creció 1,8% en la primera mitad del año, pero se mantuvo 8% por debajo de los niveles previos a la pandemia de coronavirus, lo que provocó escasez de alimentos, medicamentos, combustible y otros bienes básicos.

Qué pasa en Cuba: por qué el gobierno de Díaz-Canel impulsó un "corralito"

La crisis ha llevado a una falta de confianza en el sistema bancario estatal, lo que ha resultado en una falta de efectivo en algunos cajeros automáticos, ya que las empresas y los actores informales los utilizan, dejando horas a los residentes haciendo largas filas.

El reglamento establece que el objetivo de la medida es que "la relación de cobros y pagos entre los actores de la economía, sean privados o no, no sea sobre la base del efectivo, sino (...) del comercio electrónico".

Pavel Vidal, un execonomista del Banco Central y profesor de la Pontificia Universidad Javeriana de Cali, Colombia, dijo que esa "es una medida que en realidad no beneficia a los bancos y que no es antinflacionaria".