Rusia inauguró hoy los Juegos Olímpicos de Invierno en la ciudad de Sochi con una ceremonia un homenaje a las bellas artes, desde el Teatro Bolshói a Chaikovski, desde las vanguardias al realismo socialista. No obstante, la discriminación hacia las minorías sexuales en ese país, es un factor que mantiene en vilo a toda la comunidad internacional.

El presidente Vladimir Putin estuvo acompañado por mandatarios de medio centenar de países, como China, Ucrania o Italia, pero faltaron dirigentes de las potencias occidentales, como el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, o los líderes de Francia y el Reino Unido.

Aunque nadie llegó a declarar oficialmente el boicot a los Juegos de Putin, los más caros de la historia ya que costaron más de 50.000 millones de dólares, la ceremonia estuvo precedida de agrias críticas por la discriminación de las minorías sexuales en Rusia.

De hecho, la gran intriga de los Juegos no parece estar en los deportistas que se colgarán las 98 medallas en juego, sino quién osará desafiar durante las próximas dos semanas la ley rusa contra la propaganda homosexual.

La delegación de Estados Unidos en la ceremonia inaugural la encabezó Billie Jean King, una legendaria tenista, cuya homosexualidad es publicamente reconocida. Se trata de "Un golpe genial" de Barack Obama contra Vladimir Putin y su polémica legislación antigay, afirmó USA Today. El primer gran acontecimiento deportivo de 2014 comenzará como en los viejos, cuando los Juegos eran escenario de la Guerra Fría.

También como protesta, el gigante tecnológico Google, colgó un doodle que alude a los deportes de invierno con la bandera del arco iris que representa a gays, lesbianas, bisexuales y transexuales. Además, acompañado por una Carta Olímpica de Google que dice: “La práctica deportiva es un derecho humano. Toda persona debe tener la posibilidad de practicar deporte sin discriminación de ningún tipo y dentro del espíritu olímpico, que exige comprensión mutua, solidaridad y espíritu de amistad y fair play”.

CRONISTA.COM