La fiscalía de Brasil solicitó a la Corte Suprema investigar por posible corrupción al expresidente Lula da Silva, a tres ministros del gabinete de Dilma Rousseff y a otras 27 personas.

“‘El pedido es para agregarlos a la investigación principal (de la causa que investiga el megafraude en Petrobras), que es sobre organización criminal. Si es aceptado, habrá más de 70 personas en el mismo proceso , dijo a la agencia AFP un asesor de la Corte.

El pedido del procurador Rodrigo Janot incluye a los principales articuladores políticos de Dilma y el Partido de los Trabajadores (PT): el jefe del gabinete personal de la Presidencia, Jaques Wagner; el ministro de la secretaría de Gobierno, Ricardo Berzoini, y el ministro de Comunicación Social, Edinho Silva.

También fueron incluidos el presidente de la cámara de Diputados, Eduardo Cunha, enemigo acérrimo de la presidenta y arquitecto del impeachment que la dejó a las puertas de perder su mandato, y el senador Jader Barbalho, ambos del PMDB del vicepresidente Michel Temer.

El PMDB quedaría como principal partido de gobierno si el Senado destituye a Rousseff la semana próxima, como coinciden sondeos y analistas.

La solicitud se produce un día después del pedido de la fiscalía para investigar al senador Aecio Neves, líder de la oposición y excandidato presidencial, por un caso derivado del escándalo que drenó miles de millones de dólares de la petrolera estatal.

Todos están ligados a la investigación conocida como “Operación Lava Jato (lavadero de autos) que reveló un monumental fraude a la estatal Petrobras para financiar partidos políticos y enriquecer a los participantes, y que ya sentó en el banquillo de los acusados a parte de la élite brasileña.

Según la Fiscalía, un grupo de empresas constructoras de gran escala se asoció ilícitamente para manipular licitaciones de obras de Petrobras, cobrar sobreprecios y generar excedentes que servían como un canal de sobornos que conectaba a los directivos de la petrolera con los partidos políticos que los habían designado.

Ese esquema costó más de 2000 millones de dólares en pérdidas a Petrobras y erosionó la base política del gobierno, ya que varias figuras del PT quedaron involucradas o están presos, como el exjefe de gabinete de Lula, José Dirceu.

Fuente: AGENCIA Noticias Argentinas