En diálogo con la radio evangélica Novas de Paz de Pernambuco, Bolsonaro aseguró que "tengo la voluntad de privatizar Petrobras, tengo la voluntad. Veré con el equipo económico lo que podemos hacer".

En todo caso, si avanzaran con la privatización de Petrobras, llevaría mucho tiempo. Apenas en septiembre, Guedes decía que Brasil planea privatizar la empresa dentro de una década.

"Ahora quiero privatizar Petrobras. Quiero hacerlo. Revisaré con el equipo económico lo que podemos hacer al respecto. Porque no puedo controlar la empresa, no puedo dirigir los precios de la gasolina, pero cuando sube es culpa mía", dijo hoy Bolsonaro a la radio evangélica.

Antes de asumir como presidente, Bolsonaro calificaba a Petrobras de "estratégica" para los intereses de Brasil y observaba que sólo privatizarían una parte de la compañía.

Sin embargo, la petrolera se ha convertido en un asunto político candente, ya que los costos de la energía elevaron a dos dígitos la inflación para los consumidores brasileños, afectando la popularidad de Bolsonaro, y el año próximo habrá elecciones presidenciales.

Tras instar a los ejecutivos de Petrobras a que mantuvieran los precios bajos en los últimos años, Bolsonaro dijo que respeta la política de precios independiente de la empresa, y en su lugar promueve el avance de las reformas fiscales del Estado para bajar los valores.

Cuando el presidente de la petrolera con sede en Río de Janeiro, Joaquim Silva e Luna, fue interpelado en el Congreso por el aumento de precios de los combustibles, ratificó que la empresa seguirá ajustándose a los niveles internacionales.