

La existencia de dos papas en simultáneo es algo que no se producía desde hace cientos de años dentro de la Iglesia Católica pero que desde 2013 hasta el fallecimiento de Benedicto XVI esta mañana se produjo durante el obispado de Francisco, con una relación de cercanía a pesar de las diferencias.
"Llegado el momento, cuando veré que ya no aguanto más, lo haré y este es el gran ejemplo de papa Benedicto: fue una cosa muy buena para la Iglesia y él les dijo a los papas de detenerse a tiempo. Es un grande Benedicto", fue una de las frases que el papa argentino le dedicó a Joseph Ratzinger antes de que se produjera su fallecimiento hoy por la mañana.
Ambos papas tenían visiones distintas sobre el andar del catolicismo: el alemán más conservador mientras que Francisco llegó al papado con el mandato de aplicar reformas y volver más moderna una estructura que se mantiene sin grandes cambios desde el Concilio Vaticano II.

A pesar de estas diferencias, Francisco y Benedicto XVI tuvieron mucha cercanía durante los años que compartieron en Roma bajo una relación plagada de respeto y hasta admiración, según las fuentes más cercanas a ambos líderes.
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"Salgo edificado de su mirada transparente. Vive en contemplación... Tiene buen humor, está lúcido, muy vivo, habla bajito, pero te sigue la conversación. Me admira su inteligencia. Es un grande", fueron las palabras de Francisco en una de sus últimas entrevistas al referirse a las visitas que mantenía con Ratzinger en el monasterio Mater Ecclesiae.
Benedicto falleció a los 95 años por "el avance de la edad" según precisaron en un comunicado desde el Vaticano luego de algunos problemas de salud que casi le quitaron el habla por completo. El papa alemán estuvo en el cargo tras el fallecimiento de Juan Pablo II en 2005 hasta su renuncia en 2013.
"Hay algo que califica mi relación con Benedicto: yo lo quiero mucho. Siempre lo quise mucho, para mí es un hombre de Dios, es un hombre humilde, que reza. Yo fui muy feliz cuando fue electo Papa. También cuando él renunció para mí fue un ejemplo de un grande", le reconoció Francisco.
El actual papa ya dejó entrever en varias oportunidades su deseo de seguir los pasos de Benedicto y no quedar en el cargo de sumo pontífice hasta su fallecimiento, sino de tener la posibilidad de dar un paso al costado cuando su salud ya no le permita seguir con la responsabilidad.













