SE COMPLICAN LAS REFORMAS ECONÓMICAS EN EL CONGRESO DE BRASIL

Temer no encuentra apoyos para privatizar Eletrobras y cambiar la ley previsional

La cercanía de las elecciones presidenciales y legislativas de 2018 atenta contra la necesidad de obtener voluntades para la aprobación de las leyes

Conforme se acercan los tiempos electorales en Brasil, las reformas impulsadas por el gobierno de Michel Temer comienzan a perder impulso.

Tanto la reforma previsional como la privatización de Eletrobras tienen serias dificultades para conseguir el número suficiente de legisladores que levanten las manos para aprobarlas. Al punto que el presidente ya avisó que ambos proyectos podrían tratarse recién a comienzos de 2018 y no en este fin de año como buscó denodadamente en las últimas semanas.

Pero el avance del calendario no promete más apoyos sino todo lo contrario. Las elecciones presidenciales y legislativas que se desarrollarán a fin del año próximo se avizoran delicadas para casi todas las fuerzas políticas con representación en el Congreso.

La mala imagen de la gestión actual, como de las propuestas -y el escaso apoyo que tienen según las encuestas- hacen dudar en votar de forma positiva tanto al partido de gobierno, el PMDB como a su principal aliado -hasta hace poco-, el PSDB y a otros partidos menores.

A pesar de todo, Temer indicó que confía en que el proyecto previsional, considerado crucial para contener la gigantesca deuda estatal, sería aprobado este año pero que las negociaciones continuarán si no se logran obtener los votos.

Sus declaraciones tuvieron un tono más conciliador que las de la semana anterior, cuando el mandatario dijo que ni siquiera pensaba en una demora de la aprobación para comienzos del 2018.

Aunque la semana pasada, el presidente acordó con líderes de la Cámara de Diputados votar la enmienda constitucional durante la semana del 18 de diciembre, la última antes del receso por Navidad, la aprobación en la Cámara baja enviaría el proyecto a una votación final en el Senado y todo se demoraría.

La reforma propuesta busca incrementar la edad jubilatoria de los brasileños y reducir las pensiones.

La resistencia en la Cámara de Diputados a la privatización de Eletrobras, en tanto, también se fortaleció en las últimas semanas.

El plan de transferir el control a la iniciativa privada sufrirá el rechazo del 43,6% de los diputados, según un sondeo del Instituto FSB Investigación, que consultó a 226 parlamentarios de 25 partidos.

Esto significa un aumento superior a diez puntos porcentuales en la desaprobación al plan, cuyo índice era del 32,4% a finales de octubre.

El apoyo a la privatización cayó del 55,4% al 52,7%. Sin embargo, ese índice sube al 60,4% en un escenario en que el gobierno adopta una "golden share" en la transferencia de control. La acción de clase especial garantizaría el derecho a veto del gobierno en decisiones estratégicas de la empresa.

El proyecto de ley de Eletrobras, que está listo y depende sólo de la firma del presidente Michel Temer para ser enviado al Congreso Nacional, necesita mayoría simple en la Cámara y en el Senado.

El mayor porcentaje de apoyo a la privatización está en el PSDB (90,5%). Luego están el PP (70%) y el DEM (69,2%). En el PMDB, partido de Temer, hay aprobación de apenas 61,5% de la bancada. El menor grado de apoyo está en el PT: con sólo el 4%.

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