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La región chaqueña fue escenario de un hallazgo fundamental tras el reciente avistamiento de una de las especies más emblemáticas del país, que llevaba más de 30 años sin reproducirse en el territorio.

En agosto de 2024, los guías locales Pablo Luna y Darío Soraire lograron fotografiar a una hembra de yaguareté y su cachorro en el Parque Nacional El Impenetrable, a orillas del Río Bermejo, en una acontecimiento que marcó un hito para la conservación de esta especie en el Chaco argentino.

"Fue un día maravilloso para mí, tuve la excelente suerte de ver a Nalá con su cachorro a la ribera del Río Bermejo. Estaba navegando, subiendo río arriba; los vi y quedé impresionado con su hermosura", relató Soraire.

La captura de la imagen de la madre y su cachorro, de más de cinco meses de edad, ratifica que la restauración de la especie en la región chaqueña está siendo exitosa, un lugar donde no se habían confirmado registros de una hembra de la especie desde 1990. Esto se suma además al restablecimiento de una población de yaguaretés en los Esteros del Iberá, Corrientes, tras 70 años de ausencia.

Yaguareté: cómo fue la investigación para encontrar a la especie

El proceso de reintroducción enEl Impenetrable fue fruto de un laborioso trabajo que comenzó hace 5 años. En 2019, fue descubierto Qaramta, un enorme macho solitario. Fue a partir de ese momento que la Fundación Rewilding Argentina, en colaboración con la Provincia del Chaco y la Administración de Parques Nacionales, llevó adelante la construcción de un centro de reintroducción.

Dentro de este centro, Qaramta se reprodujo con Tania, una hembra en cautiverio, y de ese vínculo nacieron Nalá y su hermano Takajay. En agosto de 2024, Nalá fue liberada y, desde entonces, continuó habitando libre en el parque junto a otras hembras.

Desde febrero de 2024, los técnicos de Rewilding Argentina comenzaron a sospechas indirectas de la presencia del cachorro luego de que detectaran, mediante el collar de monitoreo de Nalá, que la posición de la hembra permanecía en el mismo lugar durante semanas, una señal inequívoca de que había parido.

Si bien las cámaras trampa solo mostraban a Nalá con signos de lactancia, las imágenes de la cría eran esquivas. Esto se mantuvo sin cambios hasta el 20 de mayo, cuando la aparición de fotografías con las pequeñas huellas junto a las de la madre en las costas del Bermejo representaron la primera confirmación visual.

Finalmente el 30 de julio, Pablo Luna logró el tan esperado avistaje. Desde una lancha, él y su compañero Darío Soraire fotografiaron a Nalá y a su cachorro, de más de cinco meses, en una barranca.

Luna y Soraire, habitantes del área y guías de observación de fauna, han sido actores claves en este proceso. La familia de Luna ha impulsado el desarrollo de actividades económica asociadas al parque: uno de sus hermanos administra un parador en el Camping La Fidelidad, mientras que su padre ha montado otro camping familiar en el Paraje La Armonía, ofreciendo excursiones en kayak y bicicleta.

Este descubrimiento no solo representa un importante avance para la conservación, sino también una señal de una nueva etapa para el ecosistema chaqueño y para las comunidades locales.