

Ser desordenado no es lo mismo que ser desorganizado. Mientras que el desorden puede ser una elección consciente o un estilo de vida, la desorganización implica una falta de sistema que afecta el funcionamiento diario.
"El desorden es simplemente una falta de hábito para algunas personas, mientras que para otras es una elección o una forma de funcionar que no afecta su desempeño diario", explicó la psicóloga Olga Albaladejo en diálogo con Cuídate Plus.
La especialista sostiene que muchas veces el desorden representa una forma de resistir "al sistema estructurado para organizar espacios, tiempo u objetos". Aunque socialmente se percibe como algo negativo, puede ser un símbolo de creatividad y flexibilidad mental.
Como contrapartida de esto, existe un estudio de la Carlson School of Management, dirigido por Kathleen Vohs, que afirma que "estar en una habitación desordenada llevó a algo que las empresas, industrias y sociedades quieren más: creatividad".
Los diferentes tipos de desorden según la psicología
- Desorden físico: se manifiesta cuando los objetos no tienen un lugar específico y los espacios se encuentran desordenados. Sin embargo, esto no necesariamente indica caos mental.
- Desorden temporal: dificultades para gestionar el tiempo, cumplir horarios o seguir rutinas estructuradas.
- Desorden emocional: relacionado con la dificultad para procesar y organizar las emociones de manera sistemática.
"Hay personas que pueden tener un espacio desordenado, pero ser meticulosas con sus finanzas", remarca la experta, destacando que el desorden no necesariamente abarca todos los ámbitos de la vida.
Un estudio que avala los dichos de Albaladejo es el de la prestigiosa Universidad de Harvard, presentado por el psicólogo clínico Jordan Peterson, que afirma que la falta de orden en el hogar puede tener fuertes repercusiones en el bienestar emocional.

¿Qué tipos de personalidades tienden al desorden?
- Personas con ritmo de vida acelerado: priorizan otras actividades antes que la organización, especialmente en el contexto laboral argentino actual.
- Personalidades creativas: muchos artistas, escritores y creativos ven el desorden como parte natural de su proceso de trabajo y pensamiento.
- Personas con tendencia a la procrastinación: postergan las tareas de organización, creando ciclos de acumulación de desorden.
- Personas neurodivergentes: individuos con TDAH, autismo u otras condiciones neurológicas que procesan la información de manera diferente y tienen una relación particular con el orden.
Ser desordenado no es inherentemente malo o bueno: es simplemente una forma diferente de procesar y organizar la realidad. Lo importante es reconocer cuándo esta característica enriquece tu vida y cuándo la complica.














