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En la Universidad de Virginia, el profesor Ken Ono se topó con un inesperado descubrimiento que redefine la compresión que se tenía de la matemática hasta ahora.

Colaborando con los matemáticos Will Craig y Jan-Willem van Ittersum, se propuso la conexión inédita entre dos áreas totalmente opuestas de las matemáticas: particiones y distribución de números primos.

Como la elaboración del Teorema de Pitágoras, el estudio titulado "Las particiones detectan primos" descubrió que hay patrones ocultos capaces de revelar los fundamentos matemáticos.

El descubrimiento matemático que lo cambia todo

Las particiones son un concepto matemático que cuenta las formas en que un número puede descomponerse en sumas de enteros más pequeños. El descubrimiento de estos pensadores dio con patrones desconocidos de los números primos.

La investigación demuestra que se pueden identificar números primos sin necesidad de recurrir a los métodos tradicionales. "Nuestro trabajo provee infinitas maneras nuevas de localizar primos, evitando el proceso engorroso de verificar divisores".

"Aunque los primos se estudian desde hace siglos, siguen guardando secretos que desafían las herramientas clásicas".

Con este hallazgo podría cambiar la computación cuántica y la ciberseguridad

Ono asegura que este hallazgo trasciende el ámbito teórico. Esto se debe a que los números primos son la base de algoritmos criptográficos utilizados para proteger las transacciones bancarias, comunicaciones y datos clasificados.

"La seguridad del mundo moderno depende de que factorizar números grandes en sus componentes primos sea un problema computacionalmente difícil", trató de explicar el matemático.

Prime Target: la serie de Apple TV+ que tiene bases de la nueva teoría matemática

Apple TV+ sacó una serie titulada Prime Target, un thriller en el que una matemática descubre el patrón oculto de los números primos que logra desestabilizar la seguridad global.

Consultado sobre esto, Ono contó que "la trama tiene paralelos con nuestro artículo, aunque Hollywood exagera las consecuencias". Aseguró que "no hemos encontrado una fórmula para derrumbar la criptografía, pero sí nuevas estructuras que podrían inspirar algoritmos más robustos".