

Máxima Zorreguieta Cerruti dejó de ser solo una ciudadana argentina para convertirse en la reina consorte de los Países Bajos.
Su ascenso a la realeza capturó la imaginación de millones y una de las preguntas más persistentes que circulan en medios y redes sociales es si, al convertirse en parte de la monarquía neerlandesa, tuvo que renunciar a su ciudadanía argentina.
La Ley Argentina ¿por qué Máxima no puede renunciar a la ciudadanía?
Para comprender por qué Máxima sigue siendo legalmente argentina, es fundamental conocer la Constitución Nacional y la ley de nuestro país. El principio clave es el de la nacionalidad de origen, que se adquiere por el simple hecho de nacer en territorio argentino (el principio del ius soli).
La Ley de Ciudadanía argentina (Ley 346) es muy clara al respecto: esta nacionalidad es irrenunciable. Esto significa que, sin importar cuántas otras ciudadanías una persona pueda adquirir en su vida, o en qué país decida vivir, el vínculo legal con la República Argentina no se pierde.
La ley argentina no contempla la posibilidad de una renuncia voluntaria a la nacionalidad de origen, un punto de contraste con la legislación de otros países que sí exigen la renuncia a la ciudadanía anterior para obtener la nueva.

La doble nacionalidad de la reina Máxima
Cuando Máxima se casó con el entonces Príncipe Guillermo Alejandro en 2002, se naturalizó como ciudadana neerlandesa, adquiriendo una segunda nacionalidad.
Los Países Bajos, bajo ciertas condiciones, permiten que sus ciudadanos mantengan la doble nacionalidad: la argentina, por su derecho de nacimiento, y la neerlandesa, por su matrimonio y naturalización.
Aun así, este asunto fue objeto de debate en el parlamento de los Países Bajos en el pasado, donde algunos sectores expresaron su preocupación por el hecho de que la futura reina no fuera ciudadana exclusiva del país. Sin embargo, el gobierno neerlandés y la Casa Real confirmaron que todo el proceso se ajustó a la ley.
Máxima de Países Bajos no dejó de ser argentina: el porqué de la confusión
La especulación sobre la renuncia de Máxima a su ciudadanía argentina surge de una combinación de factores. Muchas personas asumen que las leyes de ciudadanía son iguales en todo el mundo y que adquirir una nueva nacionalidad siempre implica renunciar a la anterior. Esto no es cierto.
Aunque legalmente mantiene su ciudadanía argentina, por razones de protocolo y lealtad, la reina Máxima no participa en la vida política de Argentina ni ejerce derechos como votar, enfocándose plenamente en sus deberes como miembro de la Casa Real neerlandesa.
Por último, pero no menos importante, el alto perfil de la reina hace que cualquier detalle de su vida sea objeto de rumores y desinformación. Por eso no es casual que las consultas en Google sobre su ciudadanía se hayan disparado este fin de semana luego de que la reina no manifestara su apoyo a Franco Colapinto en la Fórmula 1 y sí al neerlandés Max Verstappen.













