

¿Sabías que los "químicos eternos" se esconden sigilosamente en cada rincón de tu hogar? En las sartenes antiadherentes, en las cajas de pizza y hasta incluso en algunos alimentos. ¿Qué son estos químicos y por qué se los denomina así? ¿Cuál es su efecto en la salud?
La respuesta está en la composición de estos utensilios de cocina y envases de alimentos. Y es que contienen PFAS -sustancias per y polifluoroalquiladas- y BPA -Bisphenol-A- que los hacen resistentes al calor, al aceite, a las manchas, al agua, a la grasa. Estas sustancias son comumente llamadas químicos eternos.
El problema es que, detrás de esta utilidad existe desconcierto científico: los efectos en la salud son aún inciertos. Pero las pruebas en laboratorio hechas hasta el momento indican que no son nada buenos.
Descubrí los "químicos eternos" en tu cocina que podrían dañar tu salud: ¿qué son y cómo nos afectan?
Los PFAS conforman una "enorme familia de productos químicos", según Tasha Stoiber, científica senior del Grupo de Trabajo Ambiental de Estados Unidos.
¿Tan grande es esta familia? Nadie parece saberlo con certeza; las estimaciones alcanzan hasta 15.000 compuestos diferentes o más. Cada uno de ellos contiene un enlace de fluorocarbono "que les otorga propiedades únicas de ser resistentes a las manchas, a la grasa, y al agua", explica Stoiber.

La postura oficial respecto de las consecuencias sobre la salud de estos químicos también es dubitativa. Desde los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos afirman que los efectos en la salud humanapor la exposición a los PFAS son "inciertos" y requieren más investigación.
Sin embargo, la agencia también reconoce que los estudios existentes indican que los químicos "pueden afectar la reproducción, la función tiroidea, el sistema inmunológico y dañar el hígado".
"Sería difícil encontrar a alguien que diga que esto no tiene un impacto en la salud", afirma Keith Vorst, director del Consorcio de Protección de Polímeros y Alimentos de la Universidad Estatal de Iowa, que investiga estos temas para empresas del sector privado.
"Hay suficiente historia médica ahora para decir que estos compuestos causan algunas preocupaciones de salud bastante serias," agrega el especialista.
Por otro lado, el Bisfenol-A proviene de una clase completamente diferente de productos químicos, utilizados para fabricar plásticos duros de policarbonato. Pero su presencia en los elementos de uso cotidiano es tan usual como abundante y sus efectos en la salud, igual de preocupantes que los de los PFAS.
De hecho, el Bisfenol-A se encuentra en los revestimientos protectores de latas de alimentos, incluidas las de bebidas/gaseosas, en selladores dentales y hastajuguetes de plástico.

Consejos para reducir la exposición a los "químicos eternos": cuidá tu salud y los ambientes de tu casa
Ahora que conocemos más sobre los "químicos eternos" que pueden encontrarse en nuestros hogares, es momento de tomar medidas para proteger nuestra salud y el ambiente. Aquí te dejamos algunos consejos prácticos:

- Optá por utensilios alternativos: en lugar de sartenes antiadherentes, considerá usar sartenes de acero inoxidable, hierro fundido o cerámica, que son opciones más seguras y duraderas.
- Evitá el uso de productos con BPA: revisá las etiquetas de tus productos y evitá aquellos que contengan Bisfenol-A (BPA). Optá por envases de vidrio o acero inoxidable para almacenar alimentos y bebidas.
- Preferí artículos de limpieza naturales: en lugar de productos de limpieza con químicos fuertes, como limpiadores multiuso y desengrasantes, utilizá alternativas más naturales como vinagre, bicarbonato de sodio y limón.
- Filtrá el agua. instalá un filtro de agua o considerá usar jarras con filtros para reducir la presencia de PFAS y otros contaminantes en el agua que consumís.
- Leé las etiquetas: al comprar productos para el hogar, como muebles, alfombras o ropa, revisá las etiquetas y preferí aquellos que sean libres de PFAS y otros químicos dañinos.
Efectos perjudiciales de las PFAS en la salud humana
La exposición a las PFAS puede tener consecuencias preocupantes para la salud humana. Aquí te contamos lo que debés saber, según informó la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos:
Acumulación en el cuerpo: si ingeris PFAS a través de alimentos o agua contaminada, estas sustancias se absorben y pueden acumularse en el cuerpo humano.
Persistencia a largo plazo: las PFAS tienen la capacidad de permanecer en el cuerpo durante períodos prolongados, aumentando su nivel con cada exposición repetida.
Efectos en los sistemas reproductivo, inmunitario y de desarrollo: estas consecuencias adversas fueron probadas en estudios en animales de laboratorio.
Impacto en órganos vitales: tanto el PFOA como el PFOS han sido asociados con tumores en estudios con animales, además de afectar órganos como el hígado y los riñones.
Impacto negativo en los niveles de colesterol "malo": entre los efectos más frecuentes en estudios epidemiológicos se destacan niveles elevados de colesterol en personas expuestas.
Otros posibles efectos: aunque con datos más limitados, se investigan posibles vínculos entre las PFAS y efectos como bajo peso al nacer, problemas inmunitarios y perturbaciones en la hormona tiroidea.












