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En este tiempo tan especial para los cristianos, recordamos una oración que el Papa Francisco compartió como una de sus favoritas: una súplica por la paz y la prosperidad en todos los hogares.

Se trata de una invitación a abrir el corazón, a orar con fe y a mantener viva la esperanza, incluso en medio de la incertidumbre.

¿Qué mensaje dejó el Papa en su carta a Tierra Santa?

Aunque fue escrita el año pasado, la carta que el Papa Francisco envió a los cristianos de Tierra Santa sigue resonando con fuerza. En ella, expresó su cercanía y su preocupación por el sufrimiento que la guerra causó en esa región tan significativa para la fe.

Francisco habló de "tiempos oscuros" y de un clima de dolor que recuerda al Viernes Santo. Sin embargo, alentó a los cristianos a no perder la luz: los llamó "antorchas encendidas" que iluminan en medio de la noche, y reconoció su fe como una semilla de esperanza en medio del conflicto.

¿Qué palabras de aliento ofreció a quienes sufren?

El Papa expresó su deseo de que cada persona sienta su afecto, como el de un padre que acompaña y comprende. Aseguró que la Iglesia entera los sostiene con oración y caridad, y compartió su anhelo de volver algún día como peregrino, para encontrarse con ellos cara a cara y compartir la fraternidad.

¿Qué oración dedicó a la paz?

"Señor, tú que eres nuestra paz... aleja de los corazones el odio y la sed de venganza", escribió Francisco. En su plegaria, pidió que nadie pierda la esperanza de levantarse, de sanar, de vivir con dignidad. Un llamado a defender la vida, especialmente la de los más vulnerables.

Semana Santa: oraciones más tradicionales

En el contexto de la Semana Santa, millones de fieles alrededor del mundo se recogen en oración para acompañar los días más significativos del calendario cristiano.

A continuación, compartimos algunas de las oraciones más tradicionalesy profundamente arraigadas en la devoción católica, que invitan a la reflexión, la penitencia y la esperanza en la Resurrección.

¿Qué se reza el Viernes Santo?

Una de las plegarias más representativas de este día es la Oración del Viernes Santo, que rememora la pasión y muerte de Jesucristo:

"Oh Dios, tu Hijo, Jesucristo, Señor nuestro, por medio de su pasión ha destruido la muerte que, como consecuencia del antiguo pecado, a todos los hombres alcanza. Concédenos hacernos semejantes a él. De este modo, los que hemos llevado grabada, por exigencia de la naturaleza humana, la imagen de Adán, el hombre terreno, llevaremos grabada en adelante, por la acción santificadora de tu gracia, la imagen de Jesucristo, el hombre celestial. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén."

Una plegaria al Cristo crucificado

Otra oración cargada de espiritualidad es la dirigida al Cristo Crucificado, en la que el creyente se entrega con humildad ante la imagen del Salvador y medita sus llagas con compasión:

"Mírame, ¡oh mi amado y buen Jesús!, postrado en tu presencia: te ruego, con el mayor fervor, imprimas en mi corazón vivos sentimientos de fe, esperanza y caridad, verdadero dolor de mis pecados y firmísimo propósito de jamás ofenderte; mientras que yo, con el mayor afecto y compasión de que soy capaz, voy considerando y contemplando tus cinco llagas, teniendo presente lo que de ti, oh buen Jesús, dijo el profeta David: ‘Han taladrado mis manos y mis pies y se pueden contar todos mis huesos."

Las oraciones universales: el Padrenuestro y el Avemaría

En el corazón de la espiritualidad cristiana están el Padrenuestro y el Avemaría, oraciones que resumen la confianza en Dios Padre y la intercesión de María:

Padrenuestro:

"Padre Nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu nombre / venga a nosotros tu reino / hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo / Danos hoy nuestro pan de cada día / perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden / no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Amén."

Avemaría:

"Dios te salve, María, llena de gracia, el Señor es contigo / Bendita Tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús / Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros los pecadores ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén."

La oración de San Gregorio Magno: una mirada al juicio final

Completando esta selección, la oración atribuida a San Gregorio Magno nos invita a mirar con humildad el juicio de Dios y a confiar en su misericordia:

"Oh Señor mío Jesucristo, yo te adoro y contemplando que el día del juicio vendrás a juzgar a los vivos y a los muertos y a los buenos darás gloria y a los malos condenación eterna. Te ruego Señor, por tu santa pasión, nos libres de las penas del infierno, nos perdones y nos lleves a la vida eterna. En tu santo nombre Jesús. Amén."