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Lo que alguna vez estudiamos para Ciencias Naturales ya no alcanza para abarcar la inmensa biodiversidad de nuestro planeta. A pesar de que la división tradicional se mantiene vigente en algunos ámbitos educativos, la ciencia actual tiene comprensión más profunda y compleja de la vida en la Tierra.

Hoy en día, la diversidad de especies es abrumadora, pero a la vez continúa siendo un misterio en gran medida. De las estimadas millones de especies que habitan el planeta, solo una fracción ha sido descubierta.

Teniendo en cuenta lo desconocido, los científicos expandieron la clasificación de los seres vivos, basándose en criterios evolutivos. De esta manera intentan comprender mejor cómo se organiza la vida en la Tierra. Seguí leyendo para comprender esta nueva clasificación.

La evolución de la clasificación de los seres vivos a lo largo de la historia

Según un detallado artículo científico publicado en The Conversational, desde los tiempos de Aristóteles hasta la actualidad, la forma en que clasificamos a los seres vivos experimentó transformaciones.

Aristóteles, en el siglo IV a. C., introdujo una división bipartita entre seres vivos:

  • Vegetales: caracterizados por la reproducción, crecimiento y nutrición.
  • Animales: dotados con movimiento y sensibilidad.

El siglo XIX marcó el inicio de un cambio importante. Se reconoció la existencia de organismos con características que no encajaban claramente en las categorías de animal o vegetal. Esto llevó a Ernst Haeckel a proponer el reino protista, destinado a agrupar a aquellos seres con atributos intermedios.

Los avances en la biología celular del siglo XX revelaron diferencias fundamentales entre organismos unicelulares. Se los dividió en aquellos con núcleo (protistas) y sin núcleo (moneras, que incluían a las bacterias). Así, se consolidaron 4 reinos:

  • Planta
  • Animal
  • Protista
  • Monera
Antiguamente, se creía que todos los seres vivos se podían clasificar únicamente en plantas y animales. (Foto: Archivo)

La clasificación en cinco reinos propuesta por Robert Whittaker hacia la segunda mitad del siglo XX propuso una clasificación que se convirtió en estándar:

  • Reino planta: organismos pluricelulares autótrofos.
  • Reino animal: organismos pluricelulares heterótrofos.
  • Reino fungi: organismos pluricelulares saprófitos.
  • Reino protista: organismos unicelulares nucleados.
  • Reino monera: organismos unicelulares anucleados.

Algo curioso es que en algunos contextos educativos, como en las escuelas españolas de los años 60, se incluían a los ángeles en la clasificación a los seres vivos por influencia religiosa.

Actualmente, se sugiere que existen hasta 14 supergrupos de eucariotas. (Foto: Archivo)

A finales del siglo XX, el análisis molecular llevó a una reorganización. Se propuso 3 dominios y 6 reinos, donde los procariotas se dividieron en bacteria y arquea, y los eucariotas se agruparon en cuatro reinos: planta, animal, hongo y protista.

Los supergrupos de los eucariotas y el complejo panorama actual

A comienzos del siglo XXI, el avance en las filogenias moleculares impulsó una reorganización en nuestra comprensión de la biodiversidad eucariota.

Se clasificó en 6 supergrupos principales según Thomas Cavalier-Smith. Esta clasificación ha sido ampliamente aceptada durante las últimas 2 décadas:

Comprender la clasificación de los seres vivos es fundamental para la conservación de la biodiversidad. (Foto: Archivo)
  • Archaeplastida: principalmente plantas.

  • Opisthokonta: un grupo que reúne tanto a animales como a hongos verdaderos.

  • Amoebozoa: organismos de tipo ameboide, anteriormente clasificados como hongos.

  • Excavata: protistas caracterizados por un surco de alimentación ventral.

  • Chromalveolata: un conjunto heterogéneo que abarca desde algas pardas hasta protistas fotosintéticos y ciertos heterótrofos unicelulares.

  • Rhizaria: protistas sin características definitorias claras.

Sin embargo, el descubrimiento de nuevos organismos y el avance de los estudios filogenómicos complican aún más este panorama. Recientes investigaciones científicas sugieren la existencia de 12 e incluso 14 supergrupos de eucariotas.