La Agencia de Recaudación de la Provincia de Buenos Aires (ARBA) estableció un nuevo sistema de pago para las patentes de los autos, con el fin de facilitar la planificación financiera de los contribuyentes.
La medida se contempla en el proyecto de Ley Impositiva 2026, que el gobernador Axel Kicillof envió a la Legislatura provincial.
Además, se implementa una reformulación de las tablas del Impuesto a los Automotores, a partir del cual se reducirá el monto a abonar de Patente a partir del próximo año.
Nuevo esquema de patentes en Buenos Aires: cómo será el cambio desde 2026
A partir de 2026, ARBA implementará una profunda modificación en el cobro del impuesto a las patentes. El nuevo sistema apunta a simplificar el esquema actual, aliviar la carga impositiva sobre la clase media y brindar mayor previsibilidad a los contribuyentes.
Según explicó el titular de ARBA, Cristian Girard, el tributo dejará de pagarse en cinco cuotas para dividirse en diez pagos iguales que comenzarán a abonarse en marzo.
“La idea es permitir una planificación más equilibrada de los gastos a lo largo del año y acompañar la situación económica de las familias y las pymes”, indicó.
La reforma también incluye una reducción nominal del impuesto automotor para la mayoría de los contribuyentes.
“Estamos bajando la patente al 75% de los propietarios de vehículos. Tres de cada cuatro bonaerenses van a pagar menos que este año, gracias a una reformulación de las tablas que mejora la equidad y protege a los sectores medios”, explicó Girard.
El nuevo esquema 2026 reducirá la cantidad de tramos de 15 a 5, con alícuotas que irán del 1% al 4,5%, lo que ubicará a Buenos Aires entre las jurisdicciones con patentes más bajas del país.
“El contexto económico es crítico para los bonaerenses, por eso esta ley dialoga con esa realidad: no incluye cuotas adicionales ni aumentos en el Inmobiliario, lo que representa un alivio concreto para las familias y el sector rural”, sostuvo el funcionario.
Con este paquete de medidas, la administración bonaerense busca equilibrar las cuentas públicas sin sumar presión fiscal, reforzando el objetivo de dar previsibilidad y alivio tributario a los contribuyentes.