Los latidos del corazón marcaron hoy más que de costumbre el paso desbordado por las avalanchas de parejas que acudieron para unirse en matrimonio con motivo del día de San Valentín, en todas partes del mundo.

A primeras horas del día una larga cola de parejas acicaladas y emocionadas aguardaban con impaciencia ante la puerta de la oficina del registro matrimonial del barrio capitalino de Ban Rak, en Bangkok, que literalmente significa “aldea del amor”.

“La boda comienza con una ceremonia con los monjes a las seis dela mañana, a las nueve las parejas se intercambian el anillo y luego recogen sus diplomas de casados”, explicó a Efe la encargada del registro mientras iba de un lado a otro poniendo orden

La estampa se repitió en otros muchos distritos de la capital de Tailandia, sobre todo en aquellos que tienen nombres que evocan el amor, la fidelidad o el parentesco.

Aunque la inmensa mayoría de los tailandeses no saben quien fue San Valentín ni el por que de la tradición, la población de este país de mayoría budista lo celebra con casi la misma pasión que en otros rincones de Asia.

Menos cola ante la ventanilla del registro guardaron la treintena de parejas que se dijeron el ‘si quiero‘ subidas en globo y a más de 1.200 metros de altura mientras sobrevolaban la jungla del parque nacional de Kaengkrajan, en la región central del país.

Otros tailandeses se casaron a lomos de elefante, considerado en Tailandia el símbolo de la longevidad y buena salud.

La ocasión la celebraron también los pequeños comercios y grandes almacenes, que decorados de rosa y roja, despacharon regalos a destajo entre una clientela contagiada por los vahos del “amor” que flotaron en los aires de Bangkok.