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Cuidar el cerebro es una preocupación que crece a medida que vamos creciendo, dado a que lapérdida de memoriason uno de los principales indicativos de la aparición de enfermedades como el Alzheimer o el Parkinson.

La buena noticia es que existen estrategias efectivas para proteger las neuronas y evitar el deterioro cognitivo, entre las cuales la alimentación y, puntualmente, un alimento poco conocido influye directamente en la salud cerebral.

El cerebro envejece como cualquier otra parte del cuerpo. Por lo tanto es normal no recordar algunas cosas, siendo un síntoma de un olvido leve y no un problema serio de memoria. Sin embargo, factores como inactividad física, colesterol alto y la hipertensión arterial están asociados al desarrollo del Alzheimer.

Por eso, elegir bien lo que comemos a diario puede potenciar la función cognitiva, preservar la memoria y prevenir enfermedades. En este contexto, hay un alimento clave que muy pocos incluyen en su dieta, pero que podría marcar una diferencia: la semilla de lino.

¿Qué necesita el cerebro para funcionar bien?

El cerebro es uno de los órganos más exigentes del cuerpo. Para mantenerse saludable, necesita grasas saludables, antioxidantes, vitaminas del complejo B y minerales como el magnesio. Según la Harvard Medical School, estos nutrientes ayudan a:

  • Mejorar la comunicación entre neuronas.
  • Reducir la inflamación del sistema nervioso central.
  • Ralentizar el deterioro cognitivo.
  • Prevenir la formación de placas asociadas al Alzheimer.

En contraste, el sedentarismo, el estrés crónico y una alimentación rica en ultraprocesados aceleran el envejecimiento cerebral. Por eso, adoptar una dieta neuroprotectora puede marcar la diferencia.

Qué son las semillas de lino y cuáles son sus beneficios en el cerebro

Lassemillas de lino es un superalimento vegetal que se destaca por el gran valor nutricional que aporta a la salud general del organismo. Entre sus ventajas resalta por contener una de las fuentes más abundantes de ácido alfa-linolénico (ALA).

Se trata de un tipo de omega-3 con acción antioxidante y antiinflamatoria con comprobado efecto protector sobre las células cerebrales, capaz de mejorar el funcionamiento de las neuronas.

Además, aporta compuestos fenólicos y lignanos, poderosos antioxidantes que protegen las células y tejidos del daño, y pueden tener efectos antiinflamatorios que son beneficiosos para la salud en general y pueden reducir el riesgo de enfermedades crónicas.

Al respecto, un estudio de la Universidad de Tufts (Boston) demostró que el consumo regular de semillas de lino mejora la plasticidad cerebral y disminuye los niveles de inflamación neuronal. Esto se traduce en mayor concentración, mejor memoria y menor riesgo de deterioro cognitivo.

¿Cómo incorporar semillas de lino en la dieta?

Para obtener sus beneficios, es fundamental consumirlas molidas o en forma de aceite prensado en frío, ya que el cuerpo no puede digerir bien las semillas enteras. Algunas formas simples de sumarlas a la dieta son:

  • Agregar una o dos cucharadas a yogures, batidos o ensaladas.
  • Incorporarlas en panificados caseros.
  • Usar el aceite en crudo para aliñar platos fríos.

Más alimentos clave para la salud mental

Además del lino, hay otros alimentos neuroprotectores que deberían estar presentes en cualquier alimentación enfocada en la salud cerebral:

  • Pescados grasos (como salmón o sardina): fuente directa de DHA, un omega-3 esencial.
  • Arándanos: ricos en antioxidantes que protegen las neuronas.
  • Palta: aporta grasas monoinsaturadas y vitamina E.
  • Nueces: combinan ácidos grasos, antioxidantes y proteínas vegetales.

Cuidar el cerebro desde hoy

La revista Frontiers in Aging Neuroscience señala que una dieta rica en compuestos neuroprotectores mejora el estado de ánimo, potencia la memoria y protege contra el Alzheimer y otras enfermedades neurodegenerativas.