En esta noticia
Un estudio realizado por investigadores de la Clínica Santa María en Chile junto a la Universidad Finis Terrae, también de ese país, identificó una baja sensible en la efectividad de las vacunas contra el coronavirus en personas que presentan un cuadro de obesidad.
Los resultados publicados en el apartado web de posgrado de la casa de estudio, señalaron que la protección "óptima" y de igual nivel de anticuerpos al segundo y tercer mes registrada en quienes no padecen la enferdad, se consiguió sólo gracias al esquema de dosis de refuerzo.
"Era importante saber si el esquema de refuerzo combinado que tenemos en Chile, permitiría o no que estos pacientes obesos igualaran sus niveles de anticuerpo, respecto de la población no obesa", explicó el doctor Tomás Regueira, jefe de UCI de la clínica mencionada y director de postgrado de la Escuela de Medicina de la universidad citada, quien además lideró la investigación.
ANTICUERPOS EN PERSONAS CON OBESIDAD: LOS DATOS DEL ESTUDIO
Los análisis mostraron que la pérdida de niveles de anticuerpos en el tiempo se da con mayor rapidez en el grupo obeso, "aproximadamente a partir del tercer mes posterior a la tercera inoculación".
"Es valorable el resultado del estudio, pues si bien muestra una baja de los anticuerpos en población obesa a partir del cuarto mes después de recibida la vacuna, nos permite validar desde el punto de vista de anticuerpos, que los pacientes obesos sí quedan protegidos con el esquema de refuerzo y valga la redundancia, refuerza el concepto de que es muy importante la vacunación de refuerzo en los pacientes que tienen factores de riesgo, en este caso, la obesidad", enfatizó Regueira en diálogo con el diario La Tercera.
La investigación, que se realizó en enero de este año, tomó como muestra a 234 personas que tuvieran la tercera dosis en un periodo superior a 14 días y menor a 150, divididas en un grupo "normo peso" (con Índice de Masa Corporal (IMC) de 18,5 a 24,9) y un grupo obeso (con IMC igual o superior a 30) con igual proporción de hombres y mujeres, en un rango etario de entre 35 a 60 años.
Además, los candidatos no debían haber presentado COVID-19 durante los 12 meses previos; no tener enfermedades crónicas que alteraran la función del sistema inmunológico, ni estar en tratamiento con corticosteroides o terapia inmunosupresora en cualquier momento a partir de la tercera dosis.
"Los pacientes obesos a partir ya del cuarto mes empiezan a bajar sus niveles de anticuerpos respecto de los no obesos, eso pudiera ser importante en términos de considerarlos una población de riesgo para ser vacunados en forma prioritaria a medida que se vaya aumentando la quinta, sexta dosis de vacunación de refuerzo", reiteró Regueira.